Denuncian el mal estado de las murallas de Isona

El Centre d’Estudis d’Isona i Conca Dellà y el grupo municipal Fem Poble – Acord Municipal denunciaron ayer a través de un comunicado el “estado de abandono” que en su opinión presenta la muralla romana de Isona (siglo I a.C.), una construcción catalogada como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN). También aseguraron que “no nos consta la previsión de ningún tipo de intervención”. También detallaron que “consideramos que es una parte de nuestro patrimonio que no podemos dejarnos perder. Es necesaria la elaboración de un proyecto para proteger y dar a conocer este monumento y convertirlo en visitable con la adecuación y la conservación de su entorno”.

Los expertos consideran que la ciudad de Aeso, actual Isona, se fundó en el siglo I a. C. sobre un asentamiento ibérico. En esa misma época se construyeron sus murallas, parte de las cuales han perdurado hasta la actualidad. El tramo conservado es de 55 metros, con una torre en un extremo, lo que la convierte en “un elemento arquitectónico único de estas características en las comarcas de montaña”, según el Centre y la formación política municipal que también recordaron que, en las excavaciones de 1987, la muralla ya tuvo que ser apuntalada, y reconstruida en 1992. “Desde esta fecha no ha habido ninguna intervención más relevante”, aseguraron. La zona es conocida popularmente por los vecinos como Torreta, por la fuente que nace en los pies de la torre. Tanto esta como su entorno entraron en un “estado de abandono que ha perdurado hasta nuestros días”, lo que “pone en peligro estos importantes restos”.

La entidad asegura que se trata de “un elemento arquitectónico único en las comarcas de montaña”

El Centre d’Estudis d’Isona i Conca Dellà es muy activo en la reclamación de la conservación del patrimonio local. Una de sus últimas intervenciones fue la de solicitar al obispado de Urgell el cierre temporal de la iglesia de Sant Romà d’Abella para restaurarla, dado que arquitectos consultados por la entidad confirmaron que una parte del tejado de este edificio del siglo XVII se encuentra en muy mal estado y supone un peligro para su estructura y los feligreses.