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SUCESOS INVESTIGACIÓN

El asesino de la funcionaria de Acadèmia le asestó 4 cuchilladas en el cuello de improviso

Amparo Soler Betés no se pudo defender del ataque y sufrió una muerte lenta || No hay señales de forcejeo ni tampoco de que la víctima hubiera sido maniatada por el agresor para cometer el crimen

Amparo Soler Betés.

Amparo Soler Betés.

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Amparo Soler Betés, la funcionaria de Enseñanza de Lleida de 61 años y originaria de Ballobar asesinada el pasado viernes en su casa de la calle Acadèmia, recibió entre tres y cuatro cuchilladas en el cuello tras un ataque que ocurrió de improviso. Así se desprende de las investigaciones llevadas a cabo por los Mossos d’Esquadra, según explicaron a este diario fuentes cercanas al caso. Con toda probabilidad, la muerte se produjo de una forma lenta y agónica, es decir, sin ser inmediata y la víctima no pudo defenderse de su asesino, ya que no se han encontrado signos en el cuerpo de forcejeo, por lo que los investigadores creen que el asesino, al que probablemente conocía, la atacó violentamente de improviso. Tampoco hay señales de que pudiera haber sido maniatada o torturada antes de morir.

Los investigadores creen que el autor podría ser un vecino de Ballobar, según informó ayer Europa Press. La víctima, a quien sus conocidos describen como una mujer muy discreta, mantenía vínculos con su lugar de origen, donde tenía una casa que quería vender. Al parecer, recientemente habría discutido y denunciado a uno de los pocos vecinos con los que todavía mantenía contacto en Ballobar.

La víctima habría renunciado recientemente a un vecino de su pueblo y quería venderse la casa

Los Mossos, como avanzó el martes este periódico, ya han identificado al supuesto autor gracias a varios indicios claves que han obtenido del teléfono móvil de la víctima (registro de llamadas, por ejemplo) y del análisis de las imágenes de las cámaras de seguridad de los establecimientos de los alrededores de la vivienda. Por otra parte, han interrogado a los compañeros de la víctima en busca de nuevas pistas, como detalles que Amparo Soler hubiese podido explicarles en alguna conversación. Era administrativa de Enseñanza y horas antes de ser asesinada había aceptado un ascenso laboral. La residencia en la que está su madre alertó de su desaparición.

Los móviles que había en la zona pueden delatar al autor Los Mossos, en este tipo de casos, suelen pedir a las compañías de teléfonos el registro de los números de móvil que había en la zona en el intervalo de tiempo en el que se produjo el crimen. Tras cotejarlos uno por uno, se descartan aquellos que son de personas que no encajarían con el perfil del autor como pueden ser ancianos. También se comprueba si alguno de ellos figura en la lista de contactos de la víctima. Si el autor llevaba móvil en el momento del crimen, la señal pudo haberle delatado al situarlo en la zona.

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