Víctima de Maristes Lleida: «Estaba normalizado que nos metiera mano a todos»

“El primer año me pilló por sorpresa. Era una persona que en teoría me tenía que educar y confiaba en él”. Así empieza su relato otro exalumno de Maristes Lleida que ha denunciado los abusos del hermano Moisés. A.J.B. llegó al centro con 9 años. “Supe enseguida que era un viejo verde. En el segundo año me lo quitaba de encima como podía. A él le daba igual, había más niños a los que tocar”, explica. Los mayores alertaban a los más pequeños. “A los más inocentes y parados los ponía a caldo. Somos más de cien víctimas, la mayoría en las revisiones médicas”, asegura. Cuando A.J.B. llegó a Maristas, el hermano Moisés ya no era profesor, era el bedel, pero no cambió “sus hábitos”. “Engañaba a los niños y habituaba su estrategia según su posición en el centro”, explica.

Ante la pregunta de por qué nunca lo denunciaron, señala que “no teníamos conciencia de la gravedad. Era un secreto a voces y cada uno reaccionaba como podía. Estaba normalizado dentro de la anormalidad que nos metiera mano y con los años nos hemos dado cuenta de que era algo grave y horroroso”, añade. De hecho, el hacerse adultos y ser padres, les ha llevado a querer explicarlo públicamente. “El reportaje Examen de conciencia nos removió la conciencia por el aprovechamiento que se hacía del poder y de la inocencia de los niños. No es la gravedad de los abusos que sufrimos, es lo continuados que fueron en el tiempo y sospechamos que se hizo la vista gorda o que no se quería ver lo que pasaba”, asegura, por lo que anima a otros a denunciar.