SEGRE

Creado:

Actualizado:

Al día siguiente de que Artur Mas, con todo el derecho del mundo, apelara a la Constitución para recurrir la sentencia que le inhabilita durante los dos próximos años por poner las urnas el 9-N, se vivió en el Parlament con motivo de la votación de los presupuestos uno de los episodios más flagrantes de la posible ruptura constitucional y también de las contradicciones que vive la política catalana. De entrada se aprobaron dos enmiendas que reclaman cuestiones completamente diferentes: la de la CUP pide que se celebre el referéndum de forma unilateral y la de Catalunya Sí que es Pot, que también prosperó, reclama que el referéndum sea pactado. Parece difícil compatibilizar el cumplimiento de las dos mociones, pero corresponderá a la Mesa del Parlament armonizar estas enmiendas contradictorias. Fue el primer episodio porque después el secretario general y el letrado mayor de la cámara advirtieron mediante nota leída ante el pleno que aprobar los presupuestos con la referencia al referéndum choca frontalmente con la interlocutoria del Tribunal Constitucional y que las dos enmiendas aprobadas no evitaban la ilegalidad. Los asesores jurídicos se pronunciaban en la misma línea que el Consell de Garanties Estatutàries, órgano consultivo de la Generalitat, que también había considerado el proyecto como inconstitucional, pero la mayoría de diputados no quisieron más informes jurídicos, con la asunción implícita de la desobediencia por parte de algunos y la discrepancia de otros con las valoraciones de los juristas, y finalmente salió adelante el proyecto con los votos de Junts pel Sí, dos de la CUP y el sorprendente apoyo de una diputada de Catalunya Sí que es Pot. Lo de menos es el contenido de las partidas presupuestarias y lo sustancial para todos es que se incluye un apartado dedicado explícitamente a la convocatoria del referéndum tal y como exigía la CUP, y que representa un choque frontal con la doctrina y el espíritu de la Constitución. Es evidente que si los órganos consultivos de la Generalitat han advertido de la inconstitucionalidad del proyecto también habrá recurso ante el Constitucional, lo que deja a los presupuestos en peligro salvo que se precipite la desobediencia y la ruptura. Es lo que pide la CUP, que además marca plazos para que el referéndum se celebre en septiembre con la amenaza de provocar elecciones. Por la izquierda o por Madrid, estos presupuestos nacen en precario.

tracking