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El pueblo de Lleida donde el tractor es parte de la familia: hay uno por cada 8 vecinos

El agricultor Jaume Pedrós, apasionado del mundo rural, es quien ha documentado esta singular estadística

Jaume Pedrós amb el seu tractor més antic, adquirit l’any 1961. - J.GÓMEZ

Jaume Pedrós amb el seu tractor més antic, adquirit l’any 1961. - J.GÓMEZ

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El municipio de Linyola puede presumir de un dato tan curioso como revelador: cuenta con aproximadamente 350 tractores y 2.700 habitantes, lo que equivale a un tractor por cada ocho vecinos. Jaume Pedrós, agricultor de Linyola y apasionado del mundo rural, es quien ha documentado esta singular estadística, de la que se hizo eco incluso la actriz Sílvia Abril durante la entrega de los últimos premios Pica d’Estats en Lleida. “Siempre se había dicho que Linyola era un pueblo con muchísima maquinaria. 

En los años 70 incluso se comentaba que era el pueblo con más tractores del mundo”, recuerda Pedrós. “Era una de esas noticias que impactaban, pero que cuesta confirmar. Hace tres años, a raíz de las elecciones agrarias (es militante de UP), me dediqué a contar los tractores casa por casa gracias a una lista actualizada de explotaciones en el municipio. Y el resultado fue claro: unos 350 tractores”.

Un agricultor de Linyola, exhibint el seu tractor. - J.GÓMEZ

Un agricultor de Linyola, exhibint el seu tractor. - J.GÓMEZ

El cálculo no es exacto, al milímetro, pero se basa en el conocimiento directo de los vecinos y sus fincas. “Algunos ya están jubilados, pero conservan el tractor. A veces ya no lo sacan al campo, pero lo tienen en casa, funcionando. Incluso hay un vecino de 92 años que aún conserva el suyo. Mientras él esté, ese tractor seguirá siendo parte del paisaje del pueblo”, comenta Pedrós entre sonrisas. La cifra incluye tanto maquinaria en activo como auténticas reliquias. Jaume, por ejemplo, conserva con cariño un tractor de 1961, el año en que nació.  “Funciona perfectamente. Mi familia lo compró por 160.000 pesetas (no llegaba a 1.000 euros de hoy), pero era mucho dinero. Aun así, mi padre, cuando lo probó, ya no volvió a tocar la mula”. El paso del tiempo y la nueva tecnología también han cambiado los tractores, que ahora cuestan entre 150.000 y 250.000 euros. “Tienen más equipación que muchos coches”.

Además de tractores, el parque de maquinaria agrícola incluye 14 o 15 cosechadoras oficiales. “El vínculo entre Linyola y el tractor no es reciente. La mecanización agrícola tuvo un momento clave entre los años 1958 y 1965. “Fue un periodo de cambio. En la Fira de Sant Josep de Mollerussa, en el año 62, casi no se vendieron animales, pero sí una gran cantidad de tractores. La gente hizo la apuesta clara por la maquinaria”, recuerda Jaume. “Era una inversión muy fuerte, un riesgo. Aquel gesto, en apariencia simple, marcó el inicio de una nueva era para la agricultura de Linyola, una transformación que ha perdurado hasta hoy. “Entre los años 60 y 70 entraron muchísimos tractores en el pueblo. Todos vieron que era el futuro”.

Exhibició de tractors al centre del municipi. - J.GÓMEZ

Exhibició de tractors al centre del municipi. - J.GÓMEZ

Hoy, más que una herramienta, el tractor en Linyola es una extensión de la historia familiar y del orgullo local. “Aquí el tractor no es solo para trabajar. Es una parte más de la casa, casi de la familia”, concluye Pedrós.

El alcalde del municipio, Xavier Alís, también celebra esta particular relación entre los vecinos y la maquinaria agrícola, que define como un símbolo de identidad local. “Linyola es un pueblo con una gran tradición agrícola. Gracias a ello, muchos jóvenes han decidido quedarse para seguir trabajando la tierra, y eso representa una gran cantidad de maquinaria en uso”, explica. Según el alcalde, el dato de un tractor por cada ocho habitantes no sorprende a quienes conocen bien el municipio: “Nos parece un orgullo. El tractor es un elemento protagonista en nuestro pueblo, no solo por su función, sino por lo que representa culturalmente”. Una de las manifestaciones más claras de esta relación se da durante la Fira de la Camamilla i dels Tractors Antics, que se celebra el domingo de la fiesta mayor de mayo.

El alcalde destaca el valor de esta tradición: “Aquí los niños crecen viendo tractores, escuchando sus motores y entendiendo su importancia. Forma parte de su día a día y, en muchos casos, de su futuro”.

Más de 130 Amics dels Tractors de Ponent

Linyola fue la cuna de la Associació de Amics dels Tractors Antics de Ponent, con más de 130 socios de toda la demarcación, y 18 son de este mismo pueblo. Durante la Fira de la Camamilla i Tractors Antics, se llevan a cabo exhibiciones de los tractores, que llenan el centro del municipio. Asimismo, se celebra la competición Rurals contra urbanites, con pruebas para demostrar qué tiene más fuerza, los coches o los tractores. Siempre ganan los segundos.

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