Cierra uno de los hoteles más emblemáticos del Pallars, el primero con cuatro estrellas, después de dos décadas de actividad
Abrió puertas en 2004 y llegó a contar con 15 trabajadores en temporada alta. Su propietario había solicitado un concurso de acreedores voluntario

La zona de spa del Hotel Spa Riberies de Llavorsí.; Array
El Hotel Spa Riberies de Llavorsí, primer alojamiento de cuatro estrellas en abrir sus puertas en el Pallars Sobirà, no volverá a recibir huéspedes. El establecimiento, que cerró definitivamente el pasado septiembre, ha finalizado una trayectoria iniciada en 2004 tras la remodelación de un antiguo hostal de dos estrellas.
Manel Irimia, propietario del hotel y conocido impulsor de los deportes de aventura en el Pirineo, explicó que la decisión llega tras solicitar un concurso de acreedores voluntario al contraer deudas con el Institut Català de Finances. “Se debían renegociar algunas condiciones, pero terminé colapsando y, después de asesorarme, he optado por bajar la persiana”, señaló Irimia. Además, subrayó la falta de relevo generacional como uno de los principales motivos detrás del cierre.
El hotel, con 34 habitaciones y un completo spa dotado de jacuzzi, sauna y baño turco, surgió como una apuesta por diversificar y profesionalizar la oferta turística de la comarca. “Inicié el proyecto porque, en aquel entonces, quien era director general de Turismo me lo recomendó al creer que el Pallars necesitaba un establecimiento de estas características”, recuerda Irimia. “Aseguraba que el modelo era atractivo para demostrar al sector que debíamos ir hacia esta línea de explotación, pero el Pallars no es la Val d’Aran”, lamenta este empresario, que asegura que “la hostelería es un mundo cada vez más difícil, con demasiadas trabas burocráticas y normativas que hacen poco viable que un establecimiento mediano sea rentable”.
Alejado ahora del día a día del hotel, Irima confesó sentirse liberado y centrado en nuevas inversiones en su empresa de rafting. No descartó, sin embargo, ayudar a quien desee reabrir el hotel. “Si alguien quiere volver a ponerlo en marcha, una vez se haya solventado el concurso voluntario, estaría dispuesto a ayudarlo en todo lo que pueda”, aseguró Irimia, quien apuntó a que lo más probable es que sea el propio ICF quien se lo termine quedando. Asimismo, “puede que haya ya interesados en retomar” el proyecto. El hotel llegó a ocupar hasta 15 trabajadores en temporada alta. Con el cierre del Riberies, el Sobirà se queda con un solo establecimiento de 4 estrellas, el Pessets de Sort.