QUEJAS
Retiran el proyecto de la sala de apuestas en el Alt Urgell
La propuesta de Cirsa chocó con la oposición de los vecinos. El ayuntamiento dice que “no era adecuado para la ciudad”

Imagen de local en el que Cirsa quería abrir la sala de apuestas. - C.SANS
Cirsa ha descartado el proyecto de apertura de una sala de apuestas en La Seu. La empresa lo ha comunicado esta semana al ayuntamiento tras constatar que tanto vecinos como entidades y el propio consistorio se mostraban en contra de la iniciativa. Lo confirmó ayer el alcalde, Joan Barrera, que indicó que “han desistido por su propia voluntad” pero “eran conocedores de las reacciones negativas que ha habido en las redes sociales y también sabían que nosotros no estábamos de acuerdo y que haríamos todo lo posible para que no acabara siendo una realidad”.
Barrera se mostró satisfecho con la decisión tomada por la multinacional del juego y con el hecho que se haya solucionado “de una forma pacífica” la polémica suscitada tras conocer la intención de abrir una sala de juegos en la capital del Alt Urgell.
Entidades como la Organització Juvenil Socialista de l’Alt Urgell se habían posicionado también en contra. La organización se mostró satisfecha y aseguró que esta decisión “no es un hecho gratuito ni fruto del azar” sino “consecuencia directa de la presión y la oposición que se ha expresado ante la voluntad de permitir que un fondo buitre, que vive de la miseria de la clase trabajadora, pusiera un pie en nuestra casa”. “Que Cirsa haya renunciado es una victoria colectiva”, añadieron. Asimismo, insistieron en que “continuaremos denunciando cualquier intento de imponer negocios que se lucren de la adicción, la pobreza y la destrucción de la vida de la clase trabajadora”.
Los vecinos del número 65 de la avenida Salòria, en la que Cirsa pretendía abrir el local, también celebraron el anuncio del ayuntamiento. “Estamos convencidos de que las casas de apuestas no aportan nada positivo a la comunidad, generando conflictos de convivencia y afectando a las personas jóvenes y más vulnerables”, afirmaron. “Este éxito demuestra que cuando la ciudadanía hace sentir su voz se pueden paralizar proyectos que no responden a las necesidades reales de nuestra ciudad”, añadieron.