Acuden de toda Europa a un pueblo de Lleida para crear arte a partir de huevos: "un espacio inspirador, por su paisaje y su tranquilidad"
Waste Art Lab organiza una residencia artística durante quince días para dar valor a los residuos. Con siete participantes de diferentes países europeos

Elsa Yranzo en el antiguo alamacén ferroviario de Sant Guim durante una sesión teórica. - C.MARSIÑACH
¿Cómo crear a partir de residuos? Sant Guim de Freixenet acoge desde el 6 hasta el 19 de octubre una residencia artística organizada por Waste Art Lab que pretende transformar las cáscaras de huevo en un elemento creativo. La entidad impulsada por Raquel Iglesias, afincada en Veciana (Anoia), promueve eventos artísticos bajo el lema New Gold (“nuevo oro”) para dar valor a los residuos. Esta es la segunda residencia que organizan después de celebrar una primera edición en Ibiza centrada en la lana. “En esta ocasión escogimos Sant Guim de Freixenet porque fue un epicentro de producción avícola en los años sesenta”, explica Iglesias.
Durante estos quince días, siete participantes de la demarcación de Lleida, Italia, Irlanda y Holanda profundizan en las diferentes dimensiones del huevo y su cáscara, tanto desde la perspectiva científica como la creativa. Robert D. Thompson, director del Centre de Materials de Barcelona, organizó un taller científico el martes. El miércoles, Erik Schmitz, de la Escola d’Art Ondara de Tàrrega, habló del huevo como símbolo y energía de creación artística. Ayer, Elsa Yranzo trabajó el food design, el diseño de experiencias gastronómicas. En los próximos días trabajarán la gastronomía circular y cocina de residuo cero, la impresión 3D de biomateriales y los elementos escultóricos con barro de papel creado a partir de las hueveras. Los participantes se alojan en Rubinat. Según Iglesias, “la Segarra está siendo un espacio inspirador para ellos, por su paisaje y su tranquilidad”.
La residencia ha establecido un convenio de colaboración con la Escola d’Art Ondara con una beca a uno de sus estudiantes. Erik Schmitz, profesor de escultura aplicada al espectáculo, también participa en la residencia y destaca que es “una oportunidad” que se organice en un entorno rural, fuera de las ciudades. Además, considera muy interesante que se deconstruyan los materiales desde una vertiente científica: “Desde el arte cada vez se aborda más, aunque no es lo más convencional”. Este domingo participarán del concurso de paellas populares y el último día compartirán sus proyectos con los vecinos. También habrá una sesión colectiva de design thinking para generar ideas que permitan dinamizar la zona con el huevo como protagonista.