FÚTBOL
Balones de solidaridad
El Club Esportiu Ciutat La Seu, una entidad que ayuda a la integración a través del fútbol, colabora con una entidad de Mali. El Centro Djiguiya atiende a 110 menores en situación de pobreza

Niños del Centro Djiguiya de Bamako, Mali, muestran una pancarta de apoyo al Club Esportiu Ciutat La Seu.
En un mundo en el que el fútbol suele asociarse a grandes cifras y fichajes millonarios, existen historias mucho más humildes pero profundamente inspiradoras. Una de ellas une al Club Esportiu Ciutat La Seu d’Urgell con el Centro Socio-Cultural y Deportivo Djiguiya del barrio de Sabalibougou, en Bamako (Mali). Ambas entidades mantienen desde hace casi una década una colaboración solidaria trabajando con niños y niñas en situación de vulnerabilidad y combinando el fútbol con la educación como herramienta de integración y superación.
El vínculo entre ambas entidades comenzó en 2016, cuando el coordinador e impulsor del club leridano, Antonio García Medel, conoció al grupo de jóvenes malienses durante el Mundialito de fútbol base celebrado en Vila Real de Santo António (Portugal). Desde entonces, el club del Alt Urgell mantiene el contacto y presta apoyo al centro africano. Aunque el Ciutat La Seu es un club modesto, con recursos limitados, ha mostrado siempre un firme compromiso humano y educativo. “Nosotros tenemos muchas carencias materiales, pero la ayuda humana y solidaria sí existe”, explica García Medel. El club ofrece asesoramiento deportivo, difusión en redes y apoyo material y económico puntual para becas escolares y torneos organizados en Bamako.
El Centre Djiguiya nació el 10 de agosto de 2014 en uno de los barrios más humildes de la capital maliense. Hoy atiende a 110 menores, de los cuales 90 son niños y 20 niñas. Su objetivo es claro: “Ayudar a los niños desfavorecidos para que puedan tener una vida mejor. Les apoyamos para que vayan a la escuela y también les ayudamos a través del fútbol”, explica su director y joven activista social Moussa Konaté. El trabajo del centro se desarrolla en un contexto difícil. Mali vive momentos críticos marcados por la pobreza, la inseguridad y el impacto del terrorismo. Aun así, Konaté continúa su labor prácticamente sin recursos. “Nos ayuda un club de Italia, la US Salernitana, que nos apoya con materiales deportivos y escolares. También colaboramos desde hace diez años con el Club Esportiu Ciutat La Seu”, señala el educador maliense. “Queremos contribuir al logro de una sociedad más igualitaria e íntegra, actuando y desarrollando actividades en consonancia a la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, añade Konaté haciendo referencia a un conjunto de 17 metas que fueron adoptadas por las Naciones Unidas en 2015 para lograr un futuro más sostenible e inclusivo para todos, erradicando la pobreza, protegiendo el planeta y garantizando la paz y la prosperidad.
Por su parte, el Club Esportiu Ciutat La Seu, creado en 2016, trabaja con cerca de un centenar de jugadores y jugadoras de entre 4 y 16 años, muchos de ellos becados. Recientemente, impulsó una campaña de recogida de botas de fútbol nuevas o de segunda mano para que ningún niño o niña se quede sin poder jugar. “Para nosotros, los chicos y chicas de Mali ya forman parte del club”, afirma García. “A través del fútbol compartimos valores y aprendemos unos de otros. Es una manera sencilla de tender puentes entre realidades muy distintas”, coinciden en señalar García y Konaté.