Preocupante caída del consumo de fruta a pesar del bajo precio

Los productores de Lleida se muestran alarmados por la crisis de precios que atraviesan y por la evolución del consumo que, lejos de crecer, ha vuelto a retroceder en la cesta de la compra de los españoles en 2016, según los datos del ministerio de Agricultura.

El año pasado, el consumo de manzanas en los hogares cayó un 5,2%, mientras que en las peras el retroceso fue de un 2,4%, Solo mejoraron las cifras, aunque mínimamente (0,5%), en melocotón y ello a pesar de una cierta recuperación de precios en la pasada campaña. Así, a menos de forma aparente, no se registra una relación directa entre la factura a la hora de pasar por caja y la decisión de adquirir una u otra fruta.

Si estos datos hacen pensar, es llamativo el pobre consumo por habitante de fruta. En el caso de la manzana, la ingesta media de un español es de apenas 10,85 kilos al año, un 3,7% menos que en 2015. Si tenemos en cuenta que cuatro manzanas de buen tamaño pueden pesar un kilo, quiere decir que el consumo medio por persona es de apenas una manzana semanal. Aún es más espectacular la reducida ingesta de peras, con 5,49 kilos por ciudadano y año. Así, hablaríamos de tan solo dos peras de buen tamaño al mes.

En el caso de los melocotones, el consumo promedio es de 3,72 kilos anuales, pero en este caso apenas están disponibles (existen importaciones en contratemporada pero son reducidas) fuera de los meses de verano. Las zonas más precoces de Andalucía ya han empezado a enviar fruta de hueso al mercado, aunque en cantidades reducidas, y las tardías de producción leridana se suelen acabar en octubre.

El informe del ministerio de Agricultura analiza los consumos, pero no los orígenes de la fruta. Aquí nos encontramos con otro dato preocupante. Como desveló un estudio de Afrucat, más de la mitad de las manzanas que se venden en las grandes cadenas de distribución son de otros países. En peras, también son muy importantes las importaciones de países competidores con la Conferencia producida en Lleida, como son los casos de Bélgica y Holanda. Con todo, los productores piden promoción.

El Sobirà conserva 22 variedades antiguas de frutales en Sort Conservar la riqueza de variedades antiguas de frutas y hortalizas de la comarca del Pallars Sobirà era el ambicioso reto de un proyecto que el consell comenzó en 2005 con las primeras prospecciones en la zona. Hoy, puede decir que su “vivero de salvaguarda” de media hectárea en Sort, que se creó en 2007, ha conseguido conservar un total de 22 variedades distintas: nueve de manzano, 7 de pera, 3 de cerezo, membrillo del país y dos más de ciruelo. El técnico de medio ambiente del consell Josep Lluís Piqué explica que “se está trabajando con algún agricultor para la producción (comercial) de la variedad pera de Cardós y membrillo del país para elaborar all i oli de codony. También se está colaborando con la Associació Gastronòmica la Xicoia para estudiar los usos culinarios de estas variedades”. Las variedades que, por el momento, se consideran más interesantes son las manzanas senyoretes y la pera de Cardós, el codony del país, el cerezo popa de vaca o la manzana paraíso, según Piqué. para dar una idea de la importancia de esta labor de salvaguarda del material varietal autóctono, explica que algunas de las variedades han desaparecido y solo quedan los árboles que están en el vivero, como es el caso de la manzana senyoretes.Las variedades antiguas tanto de fruta como de productos típicos de la huerta del Pallars Sobirà están recogidas en un catálogo que el consell editó en el año 2011.