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AGRICULTURA UNIÓN EUROPEA

Lleida se juega 163 millones en la reforma de la PAC, para la que aún no hay presupuesto

El “Brexit” puede pasar factura a los fondos agrarios que se deben articular a partir de 2020 || Las primeras líneas propuestas por Bruselas han levantado gran rechazo por parte del sector agrario

Imagen de una cosechadora en el inicio de la campaña en una finca de la provincia.

Imagen de una cosechadora en el inicio de la campaña en una finca de la provincia.SEGRE

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El sector agrario de Lleida se juega en la reforma de la Política Agraria Común (PAC) prácticamente 163 millones de euros. Es la cifra que recibieron en total el año pasado 19.936 beneficiarios de la provincia del Fondo Europeo Agrícola de Garantía (Feaga) y del El Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader). Estos fondos son claves para algunos sectores de Lleida, como el caso de los productores de cereales, mientras que otros no tienen apoyos comunitarios, como es el caso del porcino. Para la fruta dulce prácticamente no existen ayudas directas, apenas quedan unos flecos de antiguas primas a la producción de fruta para industria, y los apoyos comunitarios llegan de la mano de la Organización Común del Mercado, con la financiación de los llamados programas operativos para las organizaciones de productores.

Las ayudas que han llegado a Lleida en los últimos años han ido a la baja. En parte se debe a las últimas reformas de la PAC, pero destaca también que año tras año se reduce el número de beneficiarios en la provincia. Por ejemplo, el balance de las ayudas comunitarias en 2016 arrojaba un importe casi 178 millones y 21.184 beneficiarios.

El ministerio rechaza la renacionalización de las ayudas de la Política Agraria Común

La PAC cuenta con un presupuesto anual de unos 59.000 millones para toda la Unión Europea

Cada vez que se debe reformar la PAC, se convierte en una verdadera lucha entre los países del norte, con una agricultura continental, y los del sur, marcado por las producciones mediterráneas. Además, en esta ocasión se añade un problema añadido, de la mano del Brexit. La salida del Reino Unido de la Unión Europea supondrá en buena medida un golpe al presupuesto comunitario y todo hace indicar que acabará afectando a la política agraria. Los últimos cálculos apuntan a que dejará un agujero de entre 1.200 y 3.100 millones de euros.

Esta menor disponibilidad de fondos hace meses que se había traducido en rumores de que la Comisión Europea apostaría por intentar renacionalizar, al menos en parte, la PAC. Se trata de una política que beneficiaría a los payeses de los países ricos, que cuentan con más fondos para apoyar a sus sectores. La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, ya advirtió en una entrevista a SEGRE que “la posibilidad de la cofinanciación de las ayudas directas de la PAC sería una “línea roja” para su departamento. Es decir, que España quiere que la PAC siga siendo europea cien por cien y que las ayudas que reciba un sector o un agricultor de un país u otro no dependa de la capacidad económica de cada Estado, que tenga o no dinero para cofinanciar las políticas.

El riesgo de que sea menos europea y más nacional La Comisión Europea (CE) ha presentado esta semana lo que se denomina como “comunicación” sobre las directrices de la nueva Política Agraria Común. Se trata solo de unos trazos de por dónde quiere que camine la PAC, para algunos es una especie de “globo sonda” en la que se empiezan a desvelar intenciones renacionalizadoras de esta política clave para el campo de Lleida. Previsiblemente, la propuesta mantendrá la estructura actual de los dos pilares, asegura la CE, pero “más flexible”, con un nuevo sistema de implementación de las ayudas, que dará “más libertad a los países y regiones”. Según esta idea, cada Estado tendrá que desarrollar un plan estratégico, aprobado posteriormente por la CE, en el que deberán establecer cómo alcanzar los objetivos.

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