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CONSUMO PRECIOS

Un kilo de melocotón vale 0,72 € en origen y 3,79 € en los comercios

Un aumento del 441%, según el Índice IPOD del mes de mayo que elabora COAG || En cambio, la diferencia en el aceite de oliva virgen extra es del 110%

Imagen de recolección de nectarinas en el Baix Segre el año pasado.

Imagen de recolección de nectarinas en el Baix Segre el año pasado.SEGRE

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COAG ha publicado los datos relativos al Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos (IPOD) del pasado mes de mayo, en el que se destaca que los productores de fruta de hueso recibieron 0,70 euros por cada kilo de melocotón, fruta cuya recolección no ha empezado de forma masiva en Lleida, mientras que en los comercios se llegó a vender de media a 3,79 euros, 5,41 veces más de origen a destino. En nectarina, mientras al agricultor se le pagó a 0,72 euros/kilo, en los supermercados se vendía a 3,96 euros, lo que supone 5,5 veces más, cuando en una campaña normal oscila entre 4 y 5 veces.

En otros productos característicos que se producen en Lleida, destaca el caso de la carne de cerdo que se encarece un 351% entre origen y destino.

Mientras, la diferencia entre lo que cobra el productor y lo que paga el consumidor final en el aceite de oliva extra se estrecha cada vez más. En este caso, la diferencia es del 110%, con el productor cobrando 2,46 euros por kilo mientras que el precio final en destino alcanzó los 5,16 euros.

En resumen, el IPOD agrícola se multiplicó por cuatro (4,29) desde su cotización en el campo hasta la venta al público durante el pasado mes de mayo, mientras que el ganadero lo hizo por algo más de tres veces (3,18), quedando el IPOD general en 4,05, según el informe elaborado por COAG.

JARC pide que se reconsidere el veto al uso de cobre en la viña La sectorial de la viña de la organización agraria JARC COAG se ha mostrado muy preocupada por la voluntad del ministerio de Agricultura de no autorizar el uso del cobre para los tratamientos de la viña a partir del próximo año, basándose en los posibles riesgos para los agricultores derivados su aplicación y manipulación. JARC considera que esta prohibición supondrá graves inconvenientes, especialmente para los que hacen producción ecológica, dado que se trata del único elemento químico permitido para el tratamiento contra el mildiu.

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