AGRICULTURA MERCADOS
La almendra sigue en números rojos por la gran producción de California
Solo la alta producción de las zonas productoras con regadío evita mayores pérdidas || La sequía ha mermado la cosecha de más de 17.000 hectáreas en Lleida
Imagen de un camión descargando la recolección de almendra en una explotación.
Los productores de almendra de Lleida están casi acabando, salvo en las zonas más al norte, la recolección de esta fruta seca, en una campaña marcada por la caída de los precios en los mercados internacionales fruto de la recuperación del potencial productivo de Estados Unidos. Según fuentes del sector, a esta elevada producción de California se ha de sumar la guerra comercial abierta entre este país y China, que obliga a EEUU a intentar colocar la producción que antes vendía al gigante asiático en otros mercados, como el europeo, hundiendo los precios. Así, tanto el mercado de Reus, como el de Murcia y Albacete, reflejan unas cotizaciones a la baja.
La situación actual de las cotizaciones con esta tendencia claramente en descenso y unos precios en las lonjas de referencia en torno a los 4 o 4,5 euros el kilo, las mantienen en niveles no vistos desde 2012 y a la mitad de lo marcado en las lonjas hace un año, cuando se llegó a superar los 7 euros el kilo de las variedades Llargueta y Marcona. Josep Segura, responsable de la Cooperativa de Maials, recuerda que estas dos variedades se están dejando de producir por otras agrupadas en la llamada Comuna: más manejable y de floración tardía, reduciendo los riesgos en caso de heladas y más fáciles de producir al ser autofértiles.
Los precios, entre 4 y 4,5 euros el kilo para la almendra en grano, están a niveles de 2012
Sin embargo, según explica Sisco Esquerda, responsable de frutos secos de JARC-COAG, “la producción en regadío logrará buenos rendimientos, pero los de secano están muy condicionados por el clima”. De ahí que con unas cotizaciones algo bajas, solo salgan rentables las producciones en regadío por su alta productividad. Esquerda insistió en la necesidad de ayudas para las producciones en secano. Además, el sector está notando un aumento de la superficie por los beneficios de la producción en regadío. Esto se explica, según Esquerda, en que “los productores con fincas de fruta menos productiva o rentable han decidido empezar de cero y plantar almendros”. Por el contrario, las fincas de secano quedaron afectadas por la sequía, mermando su producción y con previsión de secuelas de cara a la próxima campaña, pues muchos árboles quedaron seriamente debilitados por la falta de agua.
Con datos definitivos del departamento de Agricultura, en 2017, se contabilizaron 18.481 hectáreas con 17.237 hectáreas productivas, manteniendo una tendencia al alza también durante este año.
