AGRICULTURA FRUTA
600 fruticultores quieren arrancar casi 1.400 ha con ayudas públicas
Según los datos de la conselleria de Agricultura, a la espera de la respuesta de Madrid || Los sindicatos reclaman presupuesto y apuntan más medidas
Imagen de archivo de frutales arrancados en Menárguens .
La conselleria de Agricultura ha recibido 600 peticiones de fruticultores que estarían dispuestos a arrancar 1.381 hectáreas de frutales de hueso con ayudas públicas. Este programa, que debería cofinanciar el ministerio, se enmarca en el plan de futuro del Govern para el sector, inmerso en una crisis de precios y pérdidas sin precedentes desde el inicio del veto ruso a productos europeos en 2014.
Con este número de hectáreas, se ha alcanzado una cifra cercana al 70% de la superficie total a arrancar para el primero de los dos años en que el plan de arranque debería estar operativo, y acredita que la medida será efectiva tal como el ministerio de Agricultura había planteado, según afirmó ayer la conselleria.
El volumen de hectáreas que se arrancarían suponen más de 48 millones de kilos de fruta
La propuesta de la conselleria se basa en una indemnización de 5.000 euros por hectárea con una superficie máxima a financiar por titular de explotación de 3 hectáreas. El dueño de la finca se comprometería a no plantar árboles de las especies de melocotonero, nectarino y paraguayo durante 4 años a partir del acceso a la ayuda.
Las organizaciones agrarias consultadas ayer coincidieron en considerar positivo el nivel de interés de los agricultores por la posibilidad de arrancar con ayudas, pero remarcaron que será necesario presupuesto y más medidas para paliar la crisis que atraviesa el sector.
Desde Unió de Pagesos, Francesc Pena recordó que el plan se financiaría con las “ayudas de mínimis” (estatales permitidas por la Unión Europea). Afirma que si el Estado hubiera traspuesto una normativa comunitaria, en lugar de tres hectáreas por agricultor, se podría haber llegado a cinco por payés. Considera que si el plan fuera una realidad, serían más los agricultores interesados. Pidió al ministerio que “sea valiente” y articule un plan para al menos 3.000 hectáreas, que dé cabida también a los productores aragoneses y a los extremeños con variedades tardías. Con todo cree que serán necesarias medidas adicionales para el sector, como la refinanciación de créditos. Desde JARC, David Borda valoró la posibilidad de arranque con ayudas, pero advirtió que no se pueden adherir fincas grandes no con visión de futuro, por las limitaciones a replantar. Incidió en que es necesario un plan de viabilidad para aquellos que quieren abandonar la actividad. En nombre de Asaja, Pere Roqué incidió en la necesidad de que se ponga el dinero a disposición para que el arranque sera real.
