“El principal riesgo de entrada de la peste no son los Pirineos, sino los coches o camiones”

El riesgo de que la peste porcina africana (PPA) llegue a Lleida y a España en general es la gran preocupación del sector porcino. Se advierte que el virus puede llegar por coches, de turistas o cazadores por poner un ejemplo, o por camiones, de animales vivos o de cadáveres, más que la enfermedad pueda saltar los Pirineos. Así lo puso ayer de manifiesto en la cuarta edición de Porciforum, que hasta hoy reúne a más de mil profesionales del sector en la Llotja de Lleida, Christian Gortázar, del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos, quien se mostró especialmente preocupado por los jabalíes, como fauna salvaje que puede difundir la enfermedad. De hecho, en Bélgica se da por hecho que llegó por la importación ilegal de jabalíes enfermos. Luis Romero, jefe de área de Epidemiología, de la subdirección General de Sanidad e Higiene Animal y Trazabilidad del ministerio de Agricultura, advirtió, entre otros puntos, de las consecuencias económicas de la peste. En concreto se refirió a los problemas con focos en China, primer productor mundial, donde ya se han sacrificado 4 millones de animales. Dijo que puede haber un serio problema de abastecimiento de carne a los ciudadanos chinos lo que, en su opinión, hace prever a medio plazo un incremento de precios en el mercado del gigante asiático que puede tener repercusiones en el mundial.

El subdirector general de Ganadería de la conselleria de Agricultura, Joaquim Xifra, hizo un repaso a las medidas que está implementando la Generalitat para evitar la llegada del virus a Catalunya, entre las que citó la modificación del decreto de ordenación para incidir, entre otros puntos, en la necesidad de los cierres perimetrales en las granjas, de que existan vestidores para todo el personal que acceda a la granja, las telas pajareras en las ventanas o las medidas de desinfección. Todo ello con controles serológicos a los animales que llegan.

El director de la patronal del porcino Anprogapor, Miguel Ángel Higuera, alertó de las consecuencias que tendría la llegada del virus a Catalunya y España, porque, como publicó SEGRE el pasado día 10, muchos países importadores no admiten la regionalización. Es decir, en caso de declarar un foco en cualquier punto de España, quedarían imposibilitadas las ventas de todo el Estado a una larga lista de países, desde China a Corea, Australia o México, por citar algunos. Afirmó que es necesario que transcurra un año desde el último foco para poder considerar libre de PPA un estado que haya tenido casos. Por ello, alertó que las consecuencias económicas podrían ser duraderas en el tiempo y no solo afectar a granjas, sino tener carácter social, al poder darse casos de mataderos que se verían forzados a reducir plantilla.

Entre estas posibilidades la que cobra más cuerpo es la de la formación de cazadores. De hecho, ya están trabajando para especializar a doscientos de ellos, cien en el norte del Estado y otros tantos en el sur. Se trataría de abatir hembras, machos y crías con diferentes vías de sacrificio, como pueden ser las batidas nocturnas o con la utilización de silenciador. En esta formación se incluiría también información sobre medidas de bioseguridad, para evitar que si se abate un animal infectado se pueda difundir el virus con estas operaciones.