La Agència Catalana del Consum (ACC) pondrá en marcha el próximo año una campaña de inspección sobre el etiquetado de la carne de vacuno, ovino y caprino, ante “la alta tasa de incumplimiento de la normativa actual”, según afirmó ayer Unió de Pagesos. La ACC adoptó este acuerdo tras la reunión bilateral con UP. El Plan de Acción 2020 de la entidad incluirá una atención específica al etiquetado de la carne y la pesca. La normativa comunitaria obliga a informar al consumidor sobre el país de origen de estas carnes en la UE.
En 2008, Unió de Pagesos ya exigió a la ACC que obligara al cumplimiento en el sector vacuno y, desde entonces, “se han producido varias campañas de inspección que han hecho que la situación haya mejorado considerablemente respecto al principio aunque los niveles de incumplimiento siguen siendo elevados “, según la organización.
En cuanto al ovino y caprino, la norma que obliga a la indicación de su origen es más reciente (de 2011) y “no se aplica en una gran cantidad de productos”.
Según informes de la Unión Europea, una de las principales preocupaciones de los consumidores es conocer el origen de la carne. Las exigentes normativas aplicadas en la UE en relación con la sanidad de los animales, su bienestar, su alimentación y tantos otros aspectos, están muy por encima de las normativas que se aplican a otros países terceros, desde donde se importa carne de estas especies, según Unión de Pagesos.Defiende que, desde un punto de vista medioambiental, “no es sostenible consumir carne procedente de otros lugares del mundo, no sólo por el gasto energético y contaminación que supone su transporte, sino también porque en Catalunya tenemos una producción suficiente, hecha de forma sostenible y segura“.