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Bonàrea certifica todos sus cárnicos “directo del campo” al consumidor

Avalado por Aenor, para los productos que vende en sus más de 500 tiendas

Ángel Luis Sánchez y Antoni Condal presentaron ayer el certificado “directo del campo”.

Ángel Luis Sánchez y Antoni Condal presentaron ayer el certificado “directo del campo”.ÍTMAR FABREGAT

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Bonàrea produce desde el cereal a los animales, los sacrifica y hace los elaborados cárnicos en su complejo La Closa de Guissona. Unos alimentos que vende en sus 506 tiendas y que surten a diario 300 camiones. Es decir, cubre toda la cadena “directo del campo”, y precisamente eso es lo que avala la certificadora Aenor. Así lo presentaron ayer el director de relaciones públicas de Bonàrea Agrupa, Antoni Condal, y el director de Aenor para la Región Mediterránea, Ángel Luis Sánchez.

Condal repasó la historia de la corporación, desde el nacimiento de la Cooperativa Agropecuaria Guissona hace 60 años. De sus 4.500 agricultores y ganaderos salen desde los cereales con los que se elaboran los piensos hasta las reses engordadas en las granjas de sus 1.200 ganaderos. Todos los animales que se ceban son producidos también dentro de la cooperativa con, por ejemplo, 36 millones de pollos anuales y los 600.000 cerdos. Hace 25 años abrió la primera tienda y en el año 2000 se creó Bonàrea Corporación, encargada desde la actividad de transformación cárnica a la gestión de la red de supermercados y tiendas. La de ayer es una nueva fechas clave, al materializarse el certificado Directo del campo que Aenor ha hecho para los productos cárnicos la compañía porque, apuntó Condal, es la única que cubre todos los eslabones de producción y distribución tanto en el Estado como en Europa.

Sánchez destacó que el certificado tiene una validez inicial de tres años, pero que será analizado su cumplimiento anualmente.

La venta directa y abierta a China El 80% de los productos cárnicos, lácteos y huevos, de Bonàrea se vende en sus tiendas. El resto va a servir a profesionales, hoteles, restaurantes y cafés y una pequeña parte a la exportación. Por ejemplo, trabajan ahora la homologación para vender a China ante eventuales debilidades del mercado interno. Su modelo de negocio, dijo Antoni Condal, permite reducir costes y abaratar la cesta de la compra de cárnicos un 30%. Entre sus proyectos, además del centro de Épila, está comercializar gas.

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