Temporeros de otros países pueden trabajar desde la primera jornada

Los temporeros que lleguen al Estado de otros países podrán trabajar desde la primera jornada, pero tras cumplir con su empleo en el campo o en las centrales frutícolas deberán mantener medidas de confinamiento durante dos semanas. Así lo recoge el Boletín Oficial del Estado publicado ayer en una disposición adicional a la orden sobre la situación de las fronteras. El sugdelegado del Gobierno en Lleida, José Crespín, recordó que los extranjeros están obligados a la cuarentena y que sólo podrían salir del lugar donde hayan decidido mantener el confinamiento para hacer compras estrictamente necesarias, por causas médicas o de fuerza mayor. Ahora, indicó, se incluye un nuevo supuesto, que es la de mantener una actividad considerada esencial, supuesto en el que se encuentra la agroalimentación.

Esta modificación supondrá un alivio en gran medida para muchos empresarios agrarios de Lleida. Cientos de trabajadores fijos discontinuos de centrales y de fincas de la provincia se encontraban en sus países cuando se decretó el estado de alarma. Pese al cierre de fronteras, inicialmente se abrió la posibilidad de que pudieran viajar a Lleida, pero la obligatoriedad de la cuarentena desde hace poco más de una semana se convirtió en un nuevo problema añadido. Con todo, estos trabajadores deberán acreditar un contrato de trabajo o una relación laboral al cruzar la frontera, tanto si el personal llega por vía terrestre, aérea o, dependiendo del origen, marítima.

El presidente de Afrucat, Francesc Torres, dijo que “esta orden llega en el mejor de los momentos ya que se hará efectiva a partir de (hoy) domingo 23 de mayo y la próxima semana llegan los primeros autocares fletados por Afrucat con trabajadores rumanos. Su llegada es clave para el desarrollo de la campaña ya que se trata de personal calificado de difícil sustitución, en su mayoría fijos-discontinuos. Estamos hablando de trabajadores formados: jefes de línea de centrales, jefes de mantenimiento, encargados...”, quiso remarcar.

Añadió que “con las dificultades para conseguir mano de obra con la que nos estamos encontrando (agricultores y centrales) este año, era del todo inviable no poder disponer de este personal ahora que está a punto de empezar la campaña del melocotón y la nectarina. Además, se añadía la dificultad de que, si llegaban, se tenía que gestionar quién mantenía a los empleados sin trabajar mientras cumplían la cuarentena”.