ALIMENTACIÓN INDICADORES
Más consumo de proximidad y sano a consecuencia de la pandemia
Un estudio revela que los catalanes van cada vez más a tiendas de barrio
Puesto de alimentación en el mercadillo del Barris Nord, en octubre.
El interés por consumir productos de proximidad se ha incrementado durante la pandemia en Catalunya. Así lo concluye un estudio elaborado por Centro de Investigación en Economía y Desarrollo Agroalimentario (Creda), la UPC y el IRTA y que presentó ayer la conselleria de Agricultura. Así, la Covid ha hecho que el 19,6% de los catalanes se muestre más propenso a consumir productos locales y también ha provocado que disminuya la compra de alimentos en supermercados e hipermercados. De este modo, un 5,3% de los catalanes compra menos alimentos en este tipo de establecimientos en comparación con antes de la crisis sanitaria. Por el contrario, un 4,8% ha incrementado sus compras en las tiendas de barrio “para evitar aglomeraciones en las grandes superficies y respaldar a los pequeños comercios locales”, en palabras de José María Gil, director del Creda-UPC-IRTA. También el profesor de la UPC, Gil achaca estas tendencias a que los ciudadanos tratan de reducir las posibilidades de infectarse y destaca que el confinamiento provocó un cambio de rutinas de consumo, y mucha gente se acostumbró a comprar cerca de casa. En paralelo y por los mismos motivos, también se ha reducido la frecuencia con la que se acude a hacer la compra, y los que la hacen una vez o menos por semana han pasado de ser el 57,10% antes de la pandemia al 77,5%.
Asimismo, durante la pandemia también se ha incrementado el consumo de frutas y verduras. Dos de cada diez catalanes las consumen más ahora que antes de la crisis de la Covid. En cambio, el 15,6% ha reducido el consumo de alimentos precocinados. A pesar de ello, el 13,6% ha incrementado “mucho o bastente” el consumo de dulces y chocolates. “Estos cambios han llegado para quedarse”, destacó ayer la consellera de Agricultura, Teresa Jordà, que subrayó que esta puede ser una “oportunidad” para conseguir los objetivos que la Generalitat persigue desde hace años, con la vista puesta en reducir el desperdicio de alimentos, impulsar el consumo de proximidad y favorecer que la población ingiera alimentos más saludable.
