Vino leridano de uva ancestral

La denominación de origen (DON) Costers del Segre, de la cual forman parte más de una treintena de bodegas de Lérida, ha puesto en marcha un nuevo proyecto que pretende recuperar la encontrado, una variedad ancestral de uva negra característica de Ponente|Poniente y ya casi desaparecido. A partir del estudio del comportamiento de este tipo de uva tanto desde el punto de vista agronómico como|cómo enológico, el objetivo es evitar la pérdida de biodiversidad y generar nuevas oportunidades de mercado. Y es que, aunque la garnacha y el macabeo son algunas de las variantes ya consolidadas en las Tierras de Ponente, la DON quiere ampliar a largo plazo el abanico de productos singulares.

De momento, son ocho las bodegas que se han sumado a este proyecto de carácter experimental y ya han plantado algunas cepas|vides de la encontrado, si bien la meta es conseguir que todas las empresas vinícolas que forman parte de Costers del Segre trabajen con esta variedad y creen una identidad común. La plaga de la filoxera que a finales del siglo XIX azotó las principales zonas vitivinícolas de la península Ibérica destruyó en las viñas leridanas variedades de uva como la pinós y la samsó.

Los viticultores replantaron sus tierras con cepas|vides de uva monastrell, macabeo y taladrado, así como otras variedades francesas como el cabernet sauvignon. Según señalan los últimos datos, la venta de vino de Costers del Segre disminuyó un 2,9% en el 2019, y llegó hasta los 5,4 millones.

La gran mayoría, un 70 por ciento, se vendió en el mercado catalán y el resto se comercializó casi a partes iguales entre España, Europa y el resto del mundo.