SEGRE

GANADERÍA ABANDONO DE PASTOS

El sector ovino de Lleida alerta que la cabaña ha caído un 16% en cinco años

El sector del ovino está viviendo su viacrucis particular ante el incremento de costes y la progresiva pérdida de animales. En Lleida, en el último lustro la cabaña de ovino ha perdido 35.641 animales. En Farrera, ayer cerró la última explotación de ovino tras el ataque de un oso al rebaño en la montaña de Juverri esta semana.

Ramon Cornellana subiendo las 450 ovejas al camión para trasladarlas desde el Sobirà a Les Garrigues, donde pasarán el verano.

Ramon Cornellana subiendo las 450 ovejas al camión para trasladarlas desde el Sobirà a Les Garrigues, donde pasarán el verano.EDAGAR ALDANA

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El sector del ovino de Lleida alerta que la cabaña ha caído en el último lustro un 16 por ciento, pasando de un censo de 225.198 animales en noviembre de 2016 a los 189.557 en 2021, según los datos del censo de Acción Climática. En Catalunya el descenso ha sido del 12,4% en cinco años, pasando de los 533.289 animales en 2016 a los 466.884 a finales de 2021. También el número de explotaciones va a la baja, pasando de un millar en la década de los noventa a las poco más de 500 en la actualidad.

Sin embargo, el caprino registra unas cifras más estables con un censo actual de 22.844 animales, la mayoría destinados al lácteo para la elaboración de quesos. Unas cifras que avalan que el sector del ovino en Lleida lleva años viviendo su particular travesía por el desierto. Una crisis de producción y de incremento de costes que no consigue remontar y a la que hay que sumar el abandono de pastos que cada año se registra, especialmente en las comarcas del Pirineo, mayoritariamente por la falta de relevo generacional.

Precisamente ayer, un centenar de personas acompañaron al ganadero de Farrera Ramon Cornellana, que cerró la puerta de la única explotación ganadera que quedaba en esta población. Lo hizo después de dos ataques consecutivos de oso a su rebaño en la montaña de Juverri, que se saldó con la predación de cinco ovejas y otras tantas desaparecidas que le obligaron a precipitar su marcha fuera “del territorio oso”. Cornellana, que prevé jubilarse a finales de año, cargó las 450 ovejas en Tírvia para trasladarlas a Les Garrigues.

Lamentó que la tradición familiar trashumante de cuatro generaciones se terminara de esta manera “tan triste y precipitada por culpa del oso”. Insistió en la necesidad de aplicar medidas para compatibilizar la ganadería extensiva con los grandes depredadores.

Medidas para asegurar la coexistencia del oso con la ganadería extensiva

Este año el departamento de Acción Climática está gestionando cuatro agrupamientos de ganado en la zona de presencia permanente de oso en las cabeceras del Pallars Sobirà, que da apoyo a 12 ganaderos locales y donde se acogen unas 3.500 cabezas de ganado. El programa de prevención de daños consta de vigilancia permanente, presencia de perros de protección de rebaños y cercados electrificados nocturnos. Desde el sindicato de UP lamentaron ayer que la mayoría de ganaderos del Pirineo son mayores de 65 años y alertaron de que la gestión de la fauna protegida no está haciendo posible la adecuada coexistencia con la ganadería. Exigieron una gestión completa que contemple desde cuál debe ser el número máximo de ejemplares de osos o lobos que pueden convivier en el Pirineo en función de las actividades económicas hasta disponer de los recursos para afrontar las consecuencias que pueden derivarse de esta conviviencia. Hasta la fecha, las medidas de coexistencia, como el agrupamiento, cercados eléctricos y perros mastines, son difíciles de aplicar, sobre todo a ganado vacuno y equino, según explicó Joan Gitart.

Ramon Cornellana subiendo las 450 ovejas al camión para trasladarlas desde el Sobirà a Les Garrigues, donde pasarán el verano.

Ramon Cornellana subiendo las 450 ovejas al camión para trasladarlas desde el Sobirà a Les Garrigues, donde pasarán el verano.EDAGAR ALDANA

Ramon Cornellana subiendo las 450 ovejas al camión para trasladarlas desde el Sobirà a Les Garrigues, donde pasarán el verano.

Ramon Cornellana subiendo las 450 ovejas al camión para trasladarlas desde el Sobirà a Les Garrigues, donde pasarán el verano.EDAGAR ALDANA

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