El descenso del consumo de carne fresca sigue acelerándose este año

El consumo de carne fresca en España aceleró su descenso en el mes de enero y se redujo un 2,5 por ciento en el primer mes del año, según los datos presentados ayer en la primera jornada del 23º Congreso Aecoc de Productos Cárnicos y elaborados que se clausura hoy en el Palau de Congressos de Lleida. Según los datos de la consultora NielsenIQ, el consumo de carne fresca cayó un 0,9% a cierre de 2022 y el precio es un factor determinante en las diferentes categorías del sector cárnico, ya que la charcutería cerró 2022 con un crecimiento en el volumen de compra del 1,1%, “gracias, en parte”, a una mayor estabilidad en la evolución de sus precios. En conjunto, el volumen de compra de productos cárnicos en 2022 cayó un 0,3%, mientras que la facturación del sector creció un 7,1% por efecto de la inflación.El estudio también refleja el buen comportamiento de los platos preparados cárnicos, incluso en un contexto de inflación.

En 2022, el volumen de compra de estos productos aumentó un 3,9%, mientras que el crecimiento en valor fue del 17% y, actualmente, esta categoría ya representa un 2,9% del volumen de compra de carne. Este crecimiento está relacionado con un cambio de hábitos que se acentuó tras la pandemia.El Congreso de Aecoc también contó con el análisis del especialista en mercados globales y materias primas, Pedro Nonay, que avanzó que “seguiremos en un entorno de mucha volatilidad, que no es buena compañera de viaje para el sector alimentario”.

“El encarecimiento de alimentos se debe a los costes”El director general de Aecoc, José María Bonmatí, aseguró durante la inauguración del 23º Congreso de Productos Cárnicos y Elaborado celebrado en el Palau de Congressos de Lleida que el aumento de los precios de los alimentos “tiene su origen en el incremento de los costes y afecta a todos los países europeos”.“El dato del IPC de alimentación que hemos conocido hoy (por ayer) es más alto de lo que hubiéramos deseado, a pesar de todos los esfuerzos que está realizando el conjunto de la cadena agroalimentaria”, añadió el director general de Aecoc.Aseguró que la reducción del IVA en algunos alimentos “es acertada”, y apuntó que si no se hubiera aplicado, el IPC alimentario registrado en febrero hubiera sido del 18,1%.

Fue más allá asegurando que si esta reducción se aplicará a carnes y pescados, el efecto sería aún mayor, “por lo que no es lógico que se hayan quedado fuera de la medida”. Asimismo, criticó que el sector de productos cárnicos y elaborados “lleva sufriendo constantes ataques desde hace tiempo, que afectan a las ventas pero que también afectan a la parte reputacional”. Aseguró además que los ataques se extienden también al conjunto de la cadena de distribución, todo ello “en un entorno enormemente competitivo”.