Coleccionismo 4.0

David Lordan, de Lleida, tiene 10 años y hace dos que colecciona chapas. Se le despertó el gusanillo cuando un compañero de clase le dio una que se había encontrado en la calle, pero la afición no era desconocida a la familia: su padre y su tío ya se habían dedicado a reunir chapas en su infancia.

De esta primera a las 4.700 actuales hay un largo camino, que lo han ayudado a recorrer|recurrir familiares y amigos que le llevan material al volver de un viaje, la colaboración de fabricantes o intercambios vía internet y en ferias especializadas como la de Monzón, que no se pierde ningún año.

David está, en más, el socio más joven del CELCE (Club Español de Coleccionismo Cervecero), que organiza dos convenciones anuales para el intercambio y compraventa de material.

La colección de David está compuesta sobre todo por chapas de cerveza y refrescos (Coca-cola, 7up, Aquarius), pero también de agua, zumos|jugos e incluso una de una marca de leche china. Estos tapones proceden de más de 100 países: el Vietnam, China, Egipto, Etiopía, Tailandia, Corea del Sur, Japón... Los preferidos de David son los que tienen dibuixets, como un lote en qual aparecen los Minions o los más de 300 de diferentes variedades de Coca-Cola.

Sus padres, Jordi y Tere, se han sumado a la aventura de su hijo, así que cada vez que viajan contactan con fabricantes locales, investigan por los bares... “se ha convertido en una actividad de familia”, explica Jordi. “Además, David era muy tímido y gracias al intercambio que supone el coleccionismo ha perdido el miedo de hablar con la gente. También ha aprendido a hacer fotos, retocarlas, enviar mails...”. Aparte del intercambio y la colaboración de algunos fabricantes, David amplía su colección mediante el método tradicional: mirar al suelo. “fuimos de viaje a Madrid y recorrimos toda la plaza Major buscando chapas en torno a los bares”, recuerdan David y Jordi.

¿Y cómo se sabe, con casi 5.000 chapas en la espalda, si la que nos ofrecen está repetida o no? Aunque David tiene muy buena memoria, él y su padre las tienen todas catalogadas en un documento Excel de 594 páginas que les permite agruparlas para|por países, marcas o fabricantes.

Una vieja afición con herramientas nuevas A través de la web www.davidlchapas.es, los coleccionistas pueden ver qué chapas, posavasos, placas de cava o etiquetas ofrece el David para intercambiar. También es muy activo en la cuenta de Twitter @DavidLChapas, que la ayuda a administrar a su padre. Las posibilidades de intercambios se multiplican al poder contactar con coleccionistas y fabricantes de todo el mundo.