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Las consecuencias de la pandemia han llegado a todos los ámbitos de la sociedad y el programa Voluntariat per la Llengua (VxL) ha sido uno de ellos. Esta iniciativa, impulsada por la dirección general de Política Lingüística de la Generalitat y gestionada por el Consorci per a la Normalització Lingüística, se basa en la creación de parejas lingüísticas formadas por un voluntario que habla fluidamente el catalán y un aprendiz que tiene unos conocimientos básicos y que pretende adquirir expresividad.

Una de estas parejas lingüísticas virtuales es la formada por Ramon y Martín que, a pesar de vivir uno en Lleida y el otro en Barcelona, han estado manteniendo contacto vía internet. Ramon es de Lleida, funcionario del departamento de Justicia, y conoció el programa VxL a través de un curso de suficiencia que impartía el Centre de Normalització Lingüística de Lleida y ya hace tres años que participa como voluntario. “Me apunté porque me gusta compartir mi lengua materna con las personas que tienen interés por aprenderla y que la están estudiando. Además, un idioma va más allá de la lingüística y la gramática, por lo que con esta interacción cultivan el idioma desde el punto de vista cultural, físico y contextual,” asegura.

Por su parte, Martín es un norteamericano con estudios universitarios en Barcelona, donde está teletrabajando. “Desde que llegué he tenido mucho interés en aprender el catalán y, al conocer el programa de VxL, me pareció que era la mejor manera de mejorar el lenguaje oral y complementar así mis estudios de catalán”, manifiesta.

Ellos acostumbran a quedar una vez por semana y hablan de todo un poco. De los temas de actualidad, principalmente de cariz político, sanitario o educativo, pero también mantienen conversaciones sobre agricultura, caza o uno de los pasatiempos favoritos de los catalanes, como es la lúdica costumbre de salir a buscar setas. Esta última semana, por ejemplo, disertaron sobre las flores aromáticas y las variedades de árboles y plantas que ambos tienen en sus casas.

En definitiva, tanto profesor como alumno están encantados con la experiencia. Para Ramon “representa la posibilidad de hacer llegar nuestra lengua a otras personas que quieren aprenderla, lo que resulta sumamente satisfactorio,” mientras que, por su parte, Martín destaca que “a través del VxL he ganado fluidez y confianza en el uso del catalán hablado y, además, he aprendido un montón de cosas de la cultura leridana”.

Ramon y Martín ya tienen un nuevo objetivo: “Cuando la situación de la pandemia esté más estabilizada y segura, nos citaremos para tener un encuentro presencial”, anuncian los dos al unísono.

Y es que está demostrado que el contacto persona a persona fortalece los vínculos.

Voluntaris per la Llengua, tanto presenciales como virtuales

El VxL ofrece dos modalidades: presencial (las parejas tienen que asistir al lugar de encuentro que hayan acordado) y virtual (las parejas mantienen los encuentros a distancia por medio de internet, a través de plataformas de videoconferencia como WhatsApp, Skype, Facebook, Zoom, etc.). Quedan una hora a la semana y tienen que completar un total de 10 horas.

Las personas interesadas tienen que cumplimentar sus datos a través de la página web (www.vxl.cat) o si prefieren que se lo gestione directamente el CNL de Lleida, escribir un correo electrónico a vxl.lleida@cpnl.cat. Las parejas se forman según su disponibilidad horaria y se les hace un seguimiento.

En las circunstancias actuales, el VxL se concentra en la formación de parejas lingüísticas solo en modalidad virtual. La conversación distendida a través del móvil o el ordenador con un voluntario que habla catalán es un buen complemento para aquellos que están aprendiendo la lengua y quieren utilizarla.

Desde abril del 2020 se han multiplicado por ocho las parejas lingüísticas en la modalidad virtual y han pasado de las 409 del año 2019 a las 3.457 del año 2020.

El impulso de las parejas virtuales ha facilitado la expansión del VxL, con el establecimiento de conversaciones desde 52 países. El año 2020 fueron un total de 522, con la participación de 7.096 personas.

Además, los participantes disponen de un carné con el cual, entre otras ventajas, pueden acceder a descuentos para conciertos y visitas guiadas en el Palau de la Música Catalana, así como un paquete gratuito de revistas digitales del APPEC (Asociació de Publicacions Periòdiques en Català) durante todo el año.

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