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SUCESOS

El vecino de Alfarràs que asesinó a un hombre e hirió a su hija es inimputable

“Tenía anuladas sus capacidades cognitivas y de discernimiento”, dicen los forenses

La policía científica de los Mossos recogió pruebas en el balcón, donde había manchas de sangre.

La policía científica de los Mossos recogió pruebas en el balcón, donde había manchas de sangre.

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Los forenses del Instituto de Medicina Legal han determinado que Josep Sopena, el vecino de Alfarràs que confesó haber asesinado de un hombre de 56 años, Aquilino Rubio, y herir gravemente a su hija, de 33, el pasado 19 mayo tenía “totalmente anuladas sus capacidades” por lo que es inimputable y no se le podrá imponer ninguna pena de cárcel.

Josep Sopena, el vecino de Alfarràs de 36 años que el pasado 19 de mayo confesó haber asesinado a un hombre de 56 años, Aquilino Rubio, y herir gravemente a la hija de este, María y de 33, es inimputable. Así lo dictaminan los médico-forenses del Institut de Medicina Legal de Catalunya que lo han examinado y que consideran que Sopena “actuó en base a un percepción errónea de la realidad, presentando totalmente anuladas sus capacidades cognitivas y de discernimiento”. En el momento de cometer el brutal crimen, sufría un brote psicótico agudo de la esquizofrenia paranoide que tiene diagnosticada, probablemente acentuada por el previo consumo de tóxicos, que le anularon totalmente sus capacidades, según determinan los forenses en su informe.

“La traducción jurídica con la conclusión del informe es la exención de responsabilidad penal, según el artículo 20.1 del Código Penal, por lo que no se le podrá imponer una pena de prisión”, explica su abogado Carles López. Si su estado mental fuera normal, podría haber sido condenado a hasta 30 años de cárcel. Sin embargo, sí que se le podrá imponer una medida de seguridad consistente en el internamiento en centro psiquiátrico para recibir y seguir tratamiento. El vecino de Alfarràs se encuentra en prisión provisional desde el 22 de mayo y permanece ingresado en la unidad de hospitalización psiquiátrica de la cárcel barcelonesa de Can Brians. Carles López anunció que en los próximos días solicitará su libertad provisional y su ingreso en un centro psiquiátrico hasta la celebración del juicio.

Podrá imponérsele internamiento en un psiquiátrico pero nunca una pena de cárcel

El informe del Institut de Medicina Legal, dependiente de la Generalitat, señala que el hombre fue diagnosticado a los 18 años de esquizofrenia paranoide y que ha sido consumidor de drogas. Sopena explicó a los forenses que “acudía a la casa del fallecido asiduamente a por tóxicos y que sabía que muchas veces le engañaban” y que actuó así “como una reacción a un mal que les estaban provocando”.

Josep Sopena fue detenido en su piso, en la avenida Lleida de Alfarràs y a escasos metros del lugar del crimen. En su vivienda, los investigadores hallaron prendas con restos de sangre pero no la navaja con la que asestó más de 20 puñaladas a Aquilino y otra decena a su hija. Para su identificación, fue clave la mujer vecina que alertó al 112 porque, al mismo tiempo que la chica pedía socorro desde el balcón, observó cómo salía por el portal con las manos ensangrentadas y exclamaba “¡Hala, ya está!”. El crimen tuvo lugar sobre las 16.00 horas cuando Sopena acudió a la vivienda, situada en el segundo piso del número 68, llamó a la puerta, y sin mediar, palabra empezó a acuchillar al hombre que le abrió. Su hija oyó los gritos y, al acudir a ver qué pasaba, recibió varios navajazos. Pudo escapar al balcón y pedir auxilio.

precedentes similares que consiguieron eludir la prisión

Aunque son muy pocos, sí que se han producido algunos casos de leridanos que han conseguido eludir la cárcel pese a ser homicidas al determinarse que, por su estado mental, no podían ser condenados a penas comunes de cárcel. Hay que remontarse a muchos años atrás.

Uno de ellos es José Manuel Lázaro Mercado que en septiembre del año 1994 mató a un psicólogo al clavarle un bolígrafo en un ojo. Fue condenado a diez años de internamiento en un psiquiátrico. Vicenç Mosella es un vecino del Solsonès que fue internado de por vida en un psiquiátrico por orden de la Audiencia de Lleida. En los años 80 mató a tres personas a tiros. “Se le iba la cabeza” con solo escuchar la palabra “Montraveta”, un bosque que él consideraba suyo. Inocencio Salazar fue declarado por la Audiencia inimputable debido a los delirios místicos que padece. En noviembre del 99 intentó degollar a otro recluso en la cárcel. En otros casos, los abogados defensores lo han intentado pero se ha desestimado.

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