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MEDIO?AMBIENTE DEYECCIONES GANADERAS

Las grandes granjas deberán verter un 30% menos de purines en 83 municipios de Lleida

En un plazo de tres años, según el decreto de fertilización que ultima Agricultura || Aumenta las restricciones en 125 poblaciones leridanas declaradas zona vulnerable a contaminación de acuíferos

El nuevo decreto prevé limitar la aplicación en “abanico” de las deyecciones en cultivos.

El nuevo decreto prevé limitar la aplicación en “abanico” de las deyecciones en cultivos.

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Las grandes granjas tendrán un plazo de tres años para reducir en un 30% los nitratos que aplican en el suelo de 83 municipios de Lleida al emplear purines como fertilizante (ver lista). Así se desprende del decreto de fertilización que prepara el departamento de Agricultura, que reserva esta medida a explotaciones que generen más de 18.000 kilos de nitrógeno al año (explotaciones de más de 2.500 cerdos). El texto, que deberá entrar en vigor el primer trimestre de este año, aumenta las restricciones al uso de deyecciones como abono en los 125 municipios leridanos declarados zona vulnerable a la contaminación de aguas subterráneas, al constatar que “no ha habido cambios significativos en su calidad” en los últimos años.

El decreto divide las actuales zonas vulnerables en dos categorías. Las mayores restricciones se aplican en las “zonas A”, que incluyen a 83 municipios leridanos. Son las que tienen una mayor concentración de granjas, o bien más de 50 miligramos de nitratos por litro en sus acuíferos. No podrán recibir purín de áreas donde la contaminación sea menor y las explotaciones deberán tratar o trasladar las deyecciones que superen las previstas en sus planes de deyecciones. Asimismo, los ganaderos no podrán aumentar su cabaña reduciendo nitratos en la alimentación de los animales.

El decreto incluye los otros 42 municipios declarados zona vulnerable en Lleida en las “zonas B”. En ellas, se deben también tratar o trasladar purines que excedan los planes de gestión. Sin embargo, el texto abre la puerta a aplicarlos en la misma zona vulnerable, si bien deben hacer análisis sobre la capacidad del suelo para asimilarlos. Por otra parte, el decreto prevé que las cubas de purines estén equipadas con GPS para poder verificar su procedencia y el lugar donde se vierten.

Alegaciones de los sindicatos ante limitaciones que creen excesivas UP y JARC han alegado contra algunas de las restricciones que prevé el decreto al considerarlas excesivas. Los dos sindicatos agrarios están disconformes con que se declaren “zona A” municipios que no tengan una alta densidad de granjas pero sí contaminación de acuíferos. “Si se da esa situación, es que los nitratos proceden de abono químico”, indicaron. UP reclama fijar restricciones en función de la densidad de granjas, mientras que JARC considera que las tablas de aplicación sobrevaloran hasta el doble los nitratos que genera al año cada cerdo.

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