El PSC del Segrià cuestiona la nueva recogida de basura

El PSC cuestiona la nueva de recogida de basura que el consell del Segrià prevé implantar en octubre, y que incorporará el sistema puerta a puerta e islas de contenedores, a elección de cada pueblo. El grupo socialista, socio junto a Unió del gobierno que lidera el PDeCAT, solicitó ayer informes sobre los costes que supondrá este cambio, tras constatar el temor de diferentes alcaldes de la comarca a que pueda ser más del doble que el sistema actual. Así lo confirmaron fuentes del PSC, que puntualizaron que el partido no se ha posicionado aún sobre esta cuestión y que deben evaluar los estudios de costes antes de pronunciarse a favor o en contra.

Los seis votos del PSC pueden ser decisivos para que el pleno del consell apruebe en los próximos meses el concurso para la recogida de la basura. La adjudicataria deberá empezar en octubre, fecha en que vence la concesión actual, en manos de FCC y prorrogada.

La presidenta del consell dijo que el servicio solo se encarecerá dos años y que se verá mejorado

Por su parte, la presidenta del consell, Maria Jose Invernón, admitió que el puerta a puerta encarecerá la recogida “pero solo durante los dos primeros años”. Insistió en que habrá muchos más servicios y más personal y citó como ejemplo la recogida de residuos voluminosos: ahora se hace una vez al mes con un contenedor de grandes dimensiones en cada pueblo, “lo que provoca que queden esparcidos por las inmediaciones a causa de los chatarreros”, indicó. “Con el puerta a puerta se hará dos veces al mes a domicilio, lo que garantiza un buen servicio y un nulo impacto ambiental”, dijo. Minimizó las críticas de los contrarios al nuevo sistema y aseguró que los estudios se han hecho contemplando un reciclaje del 60 o 65% “aunque seguro que es mucho más”. Incidió en que en 2020, cuando la Generalitat aplique una subida que pasa de los 20 a 50 euros por tonelada sin reciclar, el precio que tendrán que pagar los municipios que no apliquen un sistema idóneo a las exigencias medioambientales irá subiendo, mientras que con el puerta a puerta se irá reduciendo debido al retorno y las bonificaciones por reciclar, explicó.

a Audiencia de Lleida ha condenado a un año de prisión a dos hombres por robar sacos de piñas del jardín de un chalet de Alpicat. Según consta en la sentencia, los hechos ocurrieron en diciembre de 2012 cuando los ahora ya condenados saltaron el muro que rodeaba una vivienda de esta localidad del Segrià. Fue un vecino el que observó desde su casa cómo, a plena luz del día, los dos hombres estaban llenando sacos de piñas en el chalet de las víctimas y los lanzaban por encima de la valla de seguridad. Por ello, alertó a los Mossos d’Esquadra y una patrulla se personó rápidamente en el lugar de los hechos, pillando ‘in fraganti’ a los ladrones justo en el momento en el que se disponían a huir con un coche tras saltar el muro, de dos metros y medio. Los agentes registraron el vehículo y en el interior hallaron los sacos con piñas y diversos útiles susceptibles de ser empleados para cometer delitos contra el patrimonio, por lo que fueron detenidos.

Los hechos no llegaron a jucio hasta casi cuatro años después, en el juzgado de lo Penal número 2 de Lleida. Allí se dictó una sentencia que condenaba a cada uno de los acusados a un año y medio de prisión por un delito de robo en una casa habitada en grado de tentativa. El juez ya aplicaba la atenuande de dilaciones indebidas por el tiempo que había pasado desde el día de los hechos. Ambos condenados presentaron un recurso ante la Audiencia de Lleida, asegurando que no participaron en ningún robo ya que fue un jardinero el que les abrió la puerta de la finca para permitirles que se llevaran las piñas. Sin embargo, la Audiencia considera probado que sí se cometió un robo, ya que la vivienda no contaba con ningún jardinero. Además, asegura que los acusados ofrecieron versiones contradictorias. No obstante, el tribunal estima parcialmente el recurso presentado por ambos condenados y les rebaja la pena a un año de prisión, ya que, aunque tiene en cuenta la gravedad de los hechos, considera desproporcionada la sentencia emitida en primera instancia.