Francesc Boya: «La ejecutiva del PSOE no responde a tácticas ni equilibrios territoriales»

El aranés, uno de los 49 miembros de la ejecutiva de Pedro Sánchez, agradece lo que ve como un reconocimiento a que, al fin, municipios de montaña y zonas rurales tendrán espacio en el programa político de un partido

Desde hace una semana forma parte de la nueva ejecutiva del PSOE de Pedro Sánchez, ¿Qué perfil tiene ahora este órgano?

Creo que tiene una gran virtud, que es que no responde a equilibrios territoriales ni tácticos, sino que los que estamos ahí es porque tenemos un conocimiento de temas que pueden ayudar a vertebrar la nueva idea de una política para España.

Le nombraron secretario de la ejecutiva de Montaña, ¿Qué supone?

Por primera vez un partido político asume que, igual que pasa en Europa, abordar los problemas de las áreas de montaña tiene trascendencia política. Afrontaremos el debate sobre una política que dé respuesta a los problemas del mundo rural y a los que tienen que ver con una gestión del territorio vital porque van sobre cambio climático, calidad del agua y alimentación.

¿Sus ideas ayudarán a dibujar el programa político del PSOE?

Lo primero será buscar interlocutores en la sociedad española para comenzar a construir un relato e intentar derivar en iniciativas parlamentarias o bien espacios de cooperación con el gobierno.

¿Este relato debe ayudar a compensar la pérdida de votos a favor de Podemos?

Creo que el primer objetivo de los partidos debe ser estar conectados a la sociedad. El PSOE había perdido un relato y credibilidad. La figura de Pedro Sánchez ha permitido recuperarlos. Tiene un liderazgo muy creíble por su firmeza y en las elecciones (internas) se ha movilizado a un 90% de la militancia. Incluso mucha gente no militante nos ha preguntado si podía votar.

¿Han acabado las pugnas internas?

El congreso ya se ha acabado y los militantes han expresado su votación, aunque en un partido de las dimensiones del PSOE puede seguir habiendo gente que enrocada viva mejor.

¿Qué implica que haya tres catalanes de 49 miembros en la ejecutiva? ¿Es poco?

No diría que es poco. Es una ejecutiva amplia, que no responde a criterios territoriales sino a perfiles determinados de personas y conocimiento y los tres catalanes (Núria Parlon, Carles Ruiz y yo) respondemos a este criterio. Lo importante es que seamos capaces de aportar la sensibilidad del PSC en esta ejecutiva.

¿Cómo secretario general de UA, se plantea algún cambio tras el nombramiento en el PSOE?

Hay que hacer una reflexión. Hay más personas que deben asumir responsabilidades y hay que empezar a preparar el relevo. No lo haremos de manera inmediata pero sí de cara a otoño.

El congreso definió muy bien su apuesta por la plurinacionalidad, ¿cree que se comprará esta fórmula en Catalunya?

La idea de que España pueda acabar siendo un estado plurinacional con un reconocimiento de estas realidades es una buena solución para el conflicto catalán. Me siento muy cómodo defendiendo el federalismo y en esta idea de plurinacionalidad de Sánchez.

En la Diputación le hemos visto votar distinto que el PSC, ello evidencia que no siempre están de acuerdo. ¿Cómo se explica en Madrid?

La política ha de salir un poco del dogma. En la Diputación estamos mayoritariamente de acuerdo con el PSC. Pese a todo, detrás de esto tiene que haber lealtad y esto siempre ha estado garantizado.

¿El consenso en el congreso del PSOE sobre la plurinacionalidad de España marca también las posiciones del partido y PSC sobre el referéndum del 1-O?

Creemos que el problema de Catalunya con España se tiene que resolver votando, pero queremos un voto por una reforma constitucional y por un cambio hacia un estado federal. El referéndum es una decisión unilateral y tiene el enorme inconveniente de que no tiene garantía jurídica, reglas de juego.

¿Qué deben hacer los ayuntamientos de cara al referéndum del 1 de octubre?

Alguien tiene que explicar quién firma esta convocatoria de referéndum y bajo qué marco legal. Los alcaldes decidirán personalmente si actúan dentro de la legalidad o no. Yo, personalmente, estaría del lado de la ley. Cada alcalde decidirá.

La nueva ley de Aran sí prevé el derecho a decidir del pueblo aranés, algo que el Estatut de Catalunya no permite, ¿está de acuerdo con este extremo?

En la ley de Aran, tal como está recogido el derecho a decidir yo estoy a favor. Entiendo que está enmarcado en la constitución española. Y seguramente si Catalunya opta por una secesión de España, Aran también deberá votar. Pero en Aran no hay una pulsión independentista. Si Catalunya vota por la independencia, Aran deberá votar y no estoy seguro de que vote en el mismo sentido. Es una cuestión enormemente delicada y a veces se banaliza.