La Transsegre busca relevo generacional y dar el salto hacia nuevos formatos

Después de más de tres décadas la Transsegre de Balaguer requiere un cambio generacional necesario para conseguir atraer a más público y hacer aún más grande esta celebración veraniega de la Noguera que en los últimos cuatro años ha perdido participantes. La iniciativa deberá contar con el apoyo de todos los ayuntamientos y más inversión.

Agua, imaginación, reivindicación y un ambiente festivo son los principales ingredientes de la Transsegre de Balaguer, la fiesta acuática de la Noguera que llega este fin de semana a su edición número 33. Una fiesta organizada por la asociación Admiral’s Cup Lights que se ha caracterizado por su carácter transversal y le ha permitido estar más que consolidada. No obstante, requiere un relevo generacional necesario para cubrir una franja de edad que no se siente atraída por el certamen y para dar el salto hacia nuevos alicientes consiguiendo su continuidad sin perder lo que la caracteriza: el descenso de las barcas por el río, y ofrecer a los visitantes un valor añadido. Una de las alternativas es una acción mancomunada entre los ayuntamientos de los tres términos municipales por donde transcurre la fiesta, Camarasa, Gerb y Balaguer, en forma de feria para poner en valor todos los activos gastronómicos, culturales y lúdicos de los tres pueblos aprovechando el volumen de visitantes de cada año (entre los 8.000 y los 15.000). Según Núria Toledo, presidenta de la entidad, “deberíamos ser capaces de conseguir unir todas las nuevas potencialidades y dar a conocer más aún la fiesta y la comarca”, dijo. La alcaldesa de Camarasa, Eli Lizaso, apuntó la necesidad de reinventarse y promover actos durante el día que ayuden a mejorar. La alcaldesa de Os de Balaguer, municipio al que pertenece la EMD de Gerb, Estefanía Rufach, mostró su apoyo a cualquier iniciativa que suponga una mejora. El alcalde de Balaguer, Jordi Ignasi Vidal, apuntó que cualquier alternativa debe ser solo para complementar porque precisamente su peculiaridad es lo que la garantiza y la hace singular. Un total de 1.785 ‘marineros’ (el 70% de fuera de las comarcas de Lleida) surcaron ayer las aguas del Segre en el primer tramo del descenso hasta Sant Llorenç de Montgai con 230 embarcaciones, algunas muy originales y creativas. La amenaza de lluvia no impidió que los participantes salieran en un ambiente festivo. La fiesta acúatica sigue hoy con el segundo tramo desde el Partidor de Gerb hasta Balaguer donde se entregarán los premios del certamen de esta edición.