El acusado del atropello mortal de dos ciclistas afirma que se durmió

Over Sarango, el joven de Aitona de 25 años acusado de atropellar mortalmente la mañana del 6 de septiembre de 2015 a dos ciclistas y herir a otros dos del Club Ciclista de Seròs, admitió ayer ante la titular del juzgado de lo Penal 1 de Lleida que estuvo toda la noche de fiesta “y bebí dos cubatas”. Del atropello, aseguró que “me dormí y no vi qué pasó”. Reconoció que tuvo que salir por la puerta del copiloto porque la suya había quedado bloqueada por el guardarraíl tras invadir el carril contrario y arrollar a los cuatro ciclistas. “Uno de ellos me siguió y me insultaba. Me oculté en el campo y luego me fui a casa”. Lo declaró pese a que instantes antes había asegurado que se acogía al derecho a no declarar. Está acusado de un delito contra la seguridad en el tráfico por conducir bajo los efectos del alcohol en concurso con dos delitos de homicidio y dos de lesiones por imprudencia graves y un delito de omisión del deber de socorro. La Fiscalía pidió una condena de siete años de cárcel mientras que las acusaciones particulares y la popular (ayuntamiento de Seròs y el Club Ciclista de Seròs) la elevan hasta los 15 años. Los dos supervivientes del atropello explicaron que no vieron al conductor tras el accidente. “Vi cómo el coche invadía el sentido contrario y venía hacía nosotros. Solo me dio tiempo a chillar. Volé por los aires”, explicó uno de ellos visiblemente emocionado. Los dos ocupantes del vehículo que los socorrieron aseguraron que “fuimos al coche al pensarnos que el conductor podía estar herido pero no había nadie”. Over Sarango, tras esconderse, se fue a su casa. Los Mossos le sometieron al test de alcohol que dio 0,65 mg/l. Ya en comisaría volvió a dar 0,64 y 0,68 mg/l. A los agentes les sorprendió “su frialdad”. El atestado determinó que circulaba a más velocidad de la permitida y que no frenó antes del impacto.

Las partes sí acordaron la indemnización para los familiares de las víctimas y los dos supervivientes. La aseguradora del coche, propiedad del padre, que se sentó en el banquillo porque él era el titular de la póliza, pagará un total de 436.473 euros concretamente, de los que cerca de 200.000 euros son para cada una de los familiares directos de las víctimas y otros 36.000 euros y 18.000 euros por los dos heridos. El juico, que duró más de cinco horas, quedó visto para sentencia.