Los ayuntamientos congelan el IBI y crean tasas para compensar la pérdida de ingresos
Nuevos conceptos como el alquiler de un refrigerador funerario o la adecuación de rampas en los vados
Los principales ayuntamientos de Lleida preparan estas semanas las ordenanzas de 2018 con el objetivo de cuadrar ingresos y gastos en las cuentas del año que viene y lo hacen, por una parte, congelando impuestos como el de Bienes Inmuebles (IBI), para que las subidas del Catastro no castiguen tanto el bolsillo del contribuyente, y por otra, creando nuevas y originales tasas para compensar la caída de ingresos todavía a causa de la crisis. En Solsona, por ejemplo, han creado un impuesto para el alquiler de la tapa frigorífica de la caja de los servicios funerarios de la localidad para ofrecer la posibilidad de llevar a cabo velatorios de los difuntos fuera del tanatorio.
En el caso de El Pont de Suert, el alcalde, Jose Antonio Troguet, explicó que a partir del 1 de enero del año que viene empezarán a cobrar la tasa a las compañías eléctricas por las líneas que atraviesan suelo público de su municipio. Por su parte, Sort está ultimando una nueva ordenanza que gravará las líneas eléctricas. Asimismo, el alcalde, Raimon Monterde, apuntó que se estudia una nueva gestión del agua. Además, la capital del Jussà estudia crear una tasa que grave la construcción de rampas en las aceras delante de los garajes.
El alcalde, Joan Ubach, apuntó que el consistorio está evaluando las nuevas ordenanzas municipales de cara al próximo ejercicio y que estudiarán si aumentar o no las otras como el impuesto de vehículos. En Bossòst estudian aplicar una tasa para la apertura de viviendas destinadas a usos turísticos, mientras que en Bellpuig tienen la intención de rebajar el impuesto sobre el agua ahora que la gestión pasará a ser municipal. En Tàrrega, el objetivo es incluso intentar reducir el tipo que se aplica al IBI y la alcaldesa, Rosa Maria Perelló, explicó que desde el departamento de finanzas ya están trabajando en este sentido. En Les Borges, Vielha, Balaguer y La Seu mantendrán todos los impuestos para el año que viene, aunque en la capital del Alt Urgell se incrementará en un 3,4% el de las basuras (en cifras absolutas representa que el recibo pasará de 115 a 119 euros), mientras que en la de la Noguera el de recogida de residuos dependerá del incremento que aplique el consell comarcal. El alcalde de Balaguer, Jordi Ignasi Vidal, aseguró que el servicio de recogida de basura tiene un déficit de 83.000 euros y “cualquier incremento debe repercutir lo mínimo en el recibo de los vecinos”, dijo.
