El nuevo decreto reducirá la cantidad máxima de purines en más de 80 municipios de Lleida

El nuevo decreto que prepara la Generalitat para regular la gestión de los purines reducirá la cantidad máxima que los ganaderos podrán aplicar como fertilizante en el suelo de 83 municipios de Lleida. Así se desprende del texto en información pública, que reduce hasta un 24% el límite de nitratos por hectárea y año que se puede aplicar en los secanos declarados zonas vulnerables del Segrià, Les Garrigues, el Pla y el Urgell (ver desglose). El departamento de Agricultura justifica esta medida por la “baja pluviometría” en estas comarcas, algo que las hace más sensibles a la contaminación de las aguas subterráneas. Esto obligará a las granjas de estas localidades a disponer de más superficie de terrenos para aplicar la misma cantidad de purines; o bien a aplicar tratamientos para gestionar el excedente, ya sean compartidos o en las propias explotaciones.

El decreto actual fija un límite de 170 kilos por hectárea al año en los secanos de municipios declarados zona vulnerable a la contaminación de los acuíferos. Esta limitación es más restrictiva en algunos cultivos como la cebada y la alfalfa, donde es de 100 kg/ha al año. En cambio, el proyecto en información pública establece una nueva categoría, denominada “secanos A”, que incluye a los del Segrià, Les Garrigues, el Pla y el Urgell, y propone para ellas un límite de 130 kilos de nitratos por hectárea y año. Asimismo, lo rebaja a 80 kilos para la alfalfa y a 90 para la cebada. Las organizaciones agrarias estudian actualmente estas restricciones y evalúan la posibilidad de presentar alegaciones. El plazo para hacerlo concluirá el próximo mes de noviembre.

El decreto apunta que la “baja pluviometría” de estas comarcas las hace más sensibles a contaminación

Esta restricción al vertido de purines como fertilizante se suma a otras medidas como la moratoria a la construcción de nuevas granjas en siete municipios de Lleida hasta 2020 (Puiggròs, Bellmunt d’Urgell, Golmés, Miralcamp, Mollerussa, Vilanova de Bellpuig y Soses); y a endurecer las condiciones para que proyectos para ampliar o construir explotaciones reciban el visto bueno de Urbanismo. Todo ello llega después de que, el año pasado, la Unión Europea advirtiera sobre el hecho de que la calidad de las aguas contaminadas con nitratos apenas había mejorado en los últimos veinte años y exigiese acciones para revertir la situación. Incumplir la directiva comunitaria sobre aguas puede suponer sanciones millonarias.