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CARRETERAS PIRINEO

Aran plantea un tercer carril en 8 tramos de la N-230 para mejorarla y viaductos en Escales

La propuesta pretende que haya carril de adelantamiento cada cuatro kilómetros entre Areny y la boca sur del túnel || También contempla cinco rotondas en un proyecto con un coste de 80 millones

Imagen de archivo de un camión volcado en la N-230 a la altura de Sopeira el pasado noviembre.

Imagen de archivo de un camión volcado en la N-230 a la altura de Sopeira el pasado noviembre.SEGRE

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Los más de 50 kilómetros entre Areny y la boca sur del túnel de Vielha concentran buena parte de los accidentes de la N-230, especialmente de camiones, y mejorarían de forma remarcable su seguridad si se dotaran de carriles de adelantamiento, rotondas y variantes para reducir las curvas del pantano de Escales. Esta es la opinión del Conselh Generau de Aran, que esta semana ha presentado a los representantes locales de Aran y la Alta Ribagorça un proyecto en el que plantea al ministerio de Fomento que construya un tercer carril de adelantamiento en ocho tramos del corredor, cinco rotondas y tres variantes con viaductos para eliminar curvas peligrosas.

El Síndic de Aran, Carlos Barrera, explicó ayer que los ocho tramos de adelantamiento en dirección a Vielha suman 10 kilómetros de longitud, a los que se añaden otros tres tramos en dirección a Lleida que suman 3,6 kilómetros más. “Lo ideal sería que fueran carriles de adelantamiento reversibles a través de mecanismos de señalización”, de modo que se adaptaran al flujo de la circulación, que se acentúa en temporada de esquí los viernes (en dirección norte) y los domingos (en dirección sur).

Uno de los viaductos plantea salvar la lengua de Escales a la altura del desvío de Santorens

La variantes implican la construcción de tres nuevos tramos de vía de 1,9 kilómetros; 1,15 kilómetros y 960 metros en varios puntos del trazado al paso por el pantano de Escales. Estas variantes incluyen la construcción de varios viaductos, entre los que destaca el que salva una pronunciada lengua del pantano a la altura del desvío hacia Santorens (en la Ribagorza aragonesa). La intención, señaló el Síndic, es que los vehículos tengan un carril de aceleración cada tres o cuatro kilómetros y reducir el radio de las curvas para eliminar su elevada peligrosidad y que es “donde los camiones vuelcan”.

También remarcó que la propuesta prioriza ante todo mejorar la seguridad. El proyecto presentado por el Conselh concluye que el 48% de los kilómetros del tramo estudiado (que cifra en 65 kilómetros en total) han registrado accidentes, muchos de los cuales son de camiones. El tramo discurre entre Huesca y la Alta Ribagorça y el informe incide en que esta propuesta no puede sustituir el proyecto de Fomento para la reforma integral de la N-230 desde Alfarràs a la frontera con Francia. El proyecto que defiende Aran tiene un coste de unos 80 millones de euros, que ven asumibles por parte de Fomento, titular de la carretera.

Cumbre de alcaldes y diputaciones El Conselh de Aran pedirá ahora a la Diputación que convoque a la cumbre de alcaldes, consells y Diputaciones de Huesca y Lleida afectados por la N-230, la misma en la que se acordó impulsar el proyecto, para presentarlo. El alcalde de Vielha, Juan Antonio Serrano, lo valoró positivamente y pidió no olvidar el proyecto para toda la carretera. El Síndic ha comunicado a Carreteras en Lleida su intención de presentárselo.

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