Los payeses de Els Plans de Sió piden medidas para que las aves vuelvan y poder regar

Los regantes del Segarra-Garrigues exigen una solución para poder poner en regadío las 6.200 hectáreas de la zepa (zona de protección de aves esteparias) de Els Plans de Sió (5.3879) y Belianes-Preixana (834) que ha quedado en suspenso al no haber ejemplares suficientes que validen el plan piloto que exige la Comisión Europea para permitir el riego de apoyo al cereal (ver SEGRE de ayer). Los payeses reclaman a la conselleria de Agricultura que se tomen medidas para que el sisón, la calandria y la carraca vuelvan y proliferen en este área para poder abordar el plan piloto y regar sin miedo a sanciones de la UE (ver claves). Los agricultores, que durante años han sido muy reticentes a las zepa, critican los planes de gestión que no han evitado la progresiva regresión de estas especies en los últimos años. “No pueden culpar al regadío en esta cuestión, porque no lo hay”, asegura el vicepresidente de la comunidad de regantes de Els Plans de Sió, Francesc Xavier Albareda. Por esta razon, “es hora de hacer un replanteamiento y ver qué no funciona, recuperar la fauna y hacer el estudio cumpliendo todos los plazos. Si no es posible este año, el siguiente. El objetivo es que haya aves y payeses conviviendo, como siempre ha sido”, remarcó. Por su parte, el presidente de la comunidad de regantes, Josep Maria Jové, indicó que “estamos en un situación delicada ya que, aunque queremos regar, sabemos que tenemos que adoptar las medidas que estipula la Comisión Europea. De hecho, en todas las zepas hemos abordado medidas correctoras como paso previo al regadío”. Jové incidió en que una medida para aclarar esta cuestión es que se defina la población de aves que se precisa para poder proceder a hacer el estudio, ya que la que hay ahora es insuficiente. “En esto, los técnicos y los ecologistas tendrían algo que dedir”, dijo. Los regantes están dispuestos a esperar el tiempo que sea necesario para que se revierta esta circunstancia, siempre que la administración tome medidas. A finales de este año acaba el plazo que la UE dio a Catalunya para cumplir con las medidas correctoras de impacto del canal en la fauna. De ello depende que España, interlocutor de la Generalitat en Europa, evite una multa por aprobar un proyecto perjudicial para fauna y flora protegidas, según el fallo del Tribunal de la UE en su sentencia de 2007.