Cabó construye una nueva red de agua para no tener que recurrir a las cubas

El ayuntamiento de Cabó construirá una nueva red de agua de boca que solucionará los problemas de abastecimiento que padece la población desde hace años. La infraestructura actual tiene más de 30 años y las tuberías están cada vez más taponadas por sustancias calcáreas, lo que reduce a la mitad su capacidad. El alcalde, Josep Marquès, ya ha solicitado ayuda a la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) y a la Diputación para poder abordar la obra este año.

La inversión necesaria supera los 168.000 euros y contempla la conexión con todos los núcleos. La actual situación obliga a recurrir a camiones cisterna cada verano para abastecer a la población que tiene un centenar de vecinos empadronados, aunque en verano esta cifra se multiplica; y a las diferentes granjas de vacas que, en total, suman más de 1.250 cabezas de ganado. La fuente que abastece los diferentes depósitos distribuidos por los núcleos de Cabó, el Vilar de Cabó, el Pujal de Cabó y Cap de la Vall, que están interconectados entre ellos, se seca aunque el municipio dispone de un pozo entre el Vilar y Cabó que ayuda pero que, según el alcalde, no resulta suficiente y, en ocasiones, los problemas de abastecimiento se registran también en invierno. Marquès considera que la obra es “muy urgente”. La mejora del servicio de agua pasa también por la instalación de contadores en alta en los depósitos y captaciones de todo el término municipal. Por otra parte, el ayuntamiento ha conseguido una subvención de la Diputación para iniciar las obras del nuevo almacén municipal. No tener este local obliga al consistorio a guardar toda la maquinaria municipal en garajes de vecinos que de forma altruista ceden sus espacios particulares. La primera fase de la construcción cuenta con un presupuesto de 168.328 euros.