Las dos plantas de purines todavía cerradas se preparan para abrir en los próximos meses

Las dos plantas de secado de purines que siguen cerradas en Lleida se preparan ya para reabrir en los próximos meses, tras las sentencias del Tribunal Supremo que han obligado al Estado a revertir el recorte en las primas por generar electricidad y que forzó su cierre en 2014. Se trata de la de Alcarràs y la de Tracjusa, en Juneda. Esta última volverá a funcionar con la misma tecnología que empleaba hace cuatro años. Con ellas, las comarcas del llano volverán a tener 4 instalaciones en servicio para dar salida al excedente de deyecciones ganaderas de las granjas de su entorno.

Tanto el grupo Ignis, actual propietario de la planta de Alcarràs; como la agrupación de ganaderos de Les Garrigues, propietaria de Tracjusa, han adquirido ya maquinaria y materiales para sustituir los que se ha deteriorado durante los cuatro años de cierre de los dos complejos. La reapertura del primero se prevé en un plazo aproximado de cuatro meses, mientras que la segunda podría hacerlo en dos, según fuentes próximas a estos proyectos. Su puesta en marcha se sumará a la de Miralcamp, ahora propiedad de Audax Green; y la de Vag, en Juneda y en manos también de la entidad que reúne a más de un centenar de ganaderos de Les Garrigues.

El llano volverá a tener cuatro instalaciones abiertas para tratar el excedente de purines

Ante las primeras sentencias del Supremo contra el tijeretazo a las plantas de purines, el ministerio de Energía revertió el recorte en las primas, pero lo aplicó únicamente a instalaciones de hasta 15 años de antigüedad. Esto permitió reabrir las plantas de purines de Miralcamp y Vag, pero dejó fuera las de Alcarràs y Tracjusa, las más antiguas de Lleida. Un fallo posterior del Alto Tribunal en 2017 declaró nula esta limitación impuesta por el Estado, con lo que las plantas podrán beneficiarse de primas hasta alcanzar los 25 años. Gracias a ello, las instalaciones de Alcarràs y Tracjusa podrán volver a vender electricidad producida a través de cogeneración al precio primado, superior al del mercado, que necesitan para ser económicamente viables.

Cabe recordar que en junio de 2017, el Tribunal Supremo exigió al ministerio de Energía acatar el fallo dictado un año antes y, en caso contrario, amenazaba al ministro, Álvaro Nadal, con una multa a título personal, algo inédito hasta ahora. Las nuevas primas llegaron días después, aunque lo hicieron de un modo que, según el Supremo, “no ejecuta” su sentencia y la convierte en “papel mojado”.

El proyecto para obtener gas de basura urbana sigue adelante Aunque Tracjusa pueda funcionar con la misma tecnología de la que disponía antes de cerrar en 2014, el proyecto para obtener gas de basura urbana seguirá su tramitación ante la Generalitat. Se trata de una iniciativa que ha chocado con la oposición de una plataforma vecinal liderada por la asociación ecologista Ipcena (que ha convocado varias protestas contra el proyecto) y de formaciones políticas como ERC y la CUP. Sus responsables, en cambio, consideran que es ambientalmente mejor que la tecnología de la planta actual y desvincularía el tratamiento de los purines del cobro de primas, con lo que la gestión de las deyecciones dejaría de depender de la regulación del Estado en materia de energía. Ipcena ha llegado a exigir que se archive el proyecto de la nueva Tracjusa tras recoger más de 1.200 alegaciones en contra de esta iniciativa, entre las que se encuentran las de varios ayuntamientos de Les Garrigues.