Aran solo autorizará alojamientos y restaurantes en unas veinte bordas

Aran limitará el uso de bordas como alojamientos turísticos y restaurantes en una veintena de construcciones en los municipios de Canejan, Les, Bossòst, Arres, Bausen, Vilamòs y Naut Aran. En el resto solo se admitirán obras de conservación para el “ocio familiar” de sus propietarios, que en ningún caso podrán reformarlas para convertirlas en viviendas. Así lo prevé la nueva normativa urbanística que el Conselh Generau aprobó ayer por unanimidad, y que deberá someterse el viernes al visto bueno de Urbanismo.

La mayor parte de las construcciones que podrán rehabilitarse para usos turísticos, una decena de ellas, forman parte de antiguos núcleos de la ribera del Toran en Canejan. El resto se han incluido a petición de los ayuntamientos. En todos los casos, se trata de construcciones que tuvieron en su día un uso residencial y que cumplen las exigencias de la nueva normativa para poder rehabilitarlas.

Ente estos requisitos, el principal es la antigüedad. Para rehabilitar una borda, ya sea para uso turístico como para el ocio de sus propietarios, deberá ser una construcción anterior a 1969 en el caso de Naut Aran; y anterior a 1982 en el resto de la Val. Son las fechas de las primeras normas urbanísticas de cada territorio. La nueva normativa exige además que estas bordas tengan un acceso directo sin tener que hacer obras que alteren el relieve del terreno.

La nueva normativa sobre bordas abrirá la puerta a regularizar algunas de las reformas hechas en estas construcciones en suelo rústico sin cobertura legal. En cuanto a las que no cumplen el requisito de antigüedad, quedarán fuera de ordenación y sus propietarios no podrán ni legalizarlas ni obtener licencias para nuevas obras.

Siete años de trabajo que deberá ratificar Urbanismo este viernes La aprobación provisional de esta normativa en el pleno del Conselh Generau, que recibió el apoyo unánime de todos los partidos, es el resultado de siete años en que ha habido diferentes propuestas y una larga búsqueda de acuerdos con los ayuntamientos para establecer qué se puede hacer y qué no en estas construcciones tradicionales. Cabe recordar que obras para reformar y dar otros usos a algunas de ellas dieron pie años atrás a expedientes por parte de Urbanismo e incluso a denuncias por delito urbanístico. La propuesta de la administración aranesa deberá someterse el próximo viernes a la aprobación definitiva de la comisión de Urbanismo de Aran.