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El Supremo exige que las plantas de purines cerradas tengan primas en menos de un mes

Amenaza con imponer multas si el Estado no cumple antes del 15 de junio las sentencias que obligan a restablecerlas || Un ultimátum que ya dirigió al ministro de Energía por este mismo motivo en 2017

Imagen reciente de la planta de purines de Tracjusa, en Juneda.

Imagen reciente de la planta de purines de Tracjusa, en Juneda.R. R.

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El Tribunal Supremo (TS) da un plazo de menos de un mes al Estado para que cumpla las sentencias que desde hace dos años le obligan a restablecer las primas a las plantas de secado de purines cerradas. Así lo establece en un auto que constata la “falta de diligencia demostrada por la administración” al ejecutar sus fallos y fija el 15 de junio como fecha límite para hacerlo. Más allá de este plazo, advierte de que impondrá multas coercitivas a responsables del ministerio de Energía. Este ultimátum llega cuatro años después del tijeretazo que clausuró los 29 complejos de este tipo que funcionaban en España, entre ellos el de Alcarràs, el de Miralcamp y los dos de Juneda: Tracjusa y Vag (ver claves).

El Supremo ya amenazó con multar por este mismo motivo al ministro de Energía, Álvaro Nadal, en junio de 2017. Pocos días después, su ministerio publicó un primer decreto que restablecía las primas recortadas en 2014. Sin embargo, las limitó a las plantas que tenían hasta 15 años de antigüedad. Este marco retributivo dio viabilidad económica a las instalaciones de Miralcamp y de Vag, las dos que han vuelto a abrir en Lleida. Sin embargo, excluyó a las dos más antiguas: la de Alcarràs y la de Tracjusa.

El nuevo decreto deberá dotar de primas a las plantas de Alcarràs y Tracjusa, todavía cerradas

Esta situación provocó nuevos litigios por parte de empresas propietarias de plantas y de la asociación del sector Adap. El Supremo les dio la razón y declaró nula esta limitación de 15 años. En un auto del pasado mes de noviembre, valoró que esta restricción “convertía en papel mojado” las sentencias que obligaban a restablecer las primas. Esto abrió la puerta a que las plantas todavía cerradas pudieran recibirlas hasta alcanzar los 25 años desde su puesta en servicio.

Desde entonces, la agrupación de ganaderos de Les Garrigues propietaria de las dos plantas de Juneda ha iniciado preparativos para reabrir Tracjusa; mientras que la firma Ignis Capital ha hecho lo mismo con la de Alcarràs. Los titulares de ambos complejos tienen intención de reabrirlos en los próximos meses, tras reparaciones para volver a ponerlas en marcha después de cuatro años de deterioro.

Sin embargo, el ministerio no ha establecido todavía un nuevo marco de primas que se ajuste a las sentencias del Supremo e incluya las dos plantas aún cerradas en Lleida. El último auto del Alto Tribunal, con fecha del pasado abril, estima una demanda de ejecución forzosa interpuesta por la asociación Adap.

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