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© Un moment de la primera sessió del judici, ahir, al Penal 2.
ÒSCAR MIRÓNDos cargos de la Diputación, M.M.O., jefa del Área de Organización y Gestión, y G.S.M., coordinador de Nuevas Tecnologías, se sentaron ayer en el banquillo del juzgado de lo Penal 2 de Lleida acusados de mobbing por un exinterventor del ente provincial y un técnico informático y delegado sindical. El primero aseguró haber sufrido acoso laboral desde 2011 por negarse a autorizar unos pagos que él consideraba irregulares y que fue cesado como “castigo” y se le “aisló” a un despacho sin luz y con una puerta bloqueada por armarios. El otro funcionario declaró que tras denunciar el cese del exinterventor se le trasladó “forzosamente” a la Caparrella y se le intervino el ordenador. También declaró el director de Recusos Humanos del ente, que dijo que se habían recibido quejas de los ayuntamientos sobre el exinterventor. Desde el ente consideraron ayer que en la primera sesión del juicio (la segunda será el próximo viernes) no ha quedado acreditada la existencia de mobbing al “no haber aportado la acusación ningún testigo directo sobre los hechos”.
