Castelldans respira tras rozar la quiebra

El ayuntamiento de Castelldans se prepara para adjudicar sus primeras obras después de tres años en que solo han podido permitirse trabajos de mantenimiento de primera necesidad y reparaciones urgentes. El consistorio ha estado sujeto desde 2015 a estrictos planes de saneamiento para superar una grave situación económica que lo puso al borde de la intervención por parte de la Generalitat. Ahora, el hecho de poder emprender actuaciones modestas como asfaltar algunas calles, acondicionar la pista a Cervià y hacer mejoras en el cementerio con un presupuesto total de 150.000 euros procedentes de ayudas supone un respiro tras años de sacrificios.

Así lo explicó el alcalde, Conrad Llovera, durante una asamblea convocada el jueves para presentar al pueblo la situación del consistorio. Allí expuso que el mandato comenzó con una deuda de más de 800.000 euros que incluía el pago de las facturas pendientes de las últimas tres fiestas mayores. Una cantidad exorbitante para un pueblo cuyo presupuesto anual apenas llega a un millón. El endeudamiento se sitúa ahora en unos 400.000 euros y el municipio está al día en el pago a sus proveedores, según el primer edil. “La situación está encarrilada”, dijo, y destacó que “es fruto del sacrificio de todos los vecinos”. Para conseguirlo, recordó, el consistorio cerró la guardería y redujo en tres personas la plantilla del ayuntamiento. En la asamblea, el gobierno local anunció una rebaja del tipo impositivo del IBI de entre un 15% y un 30% el próximo año para compensar el alza en los valores catastrales y mantener la recaudación actual sin subir los recibos.