La carretera de acceso a Torà de Tost, en Ribera d’Urgellet, se vió afectada el lunes por un nuevo desprendimiento de rocas y tierra después de las lluvias caídas los últimos días. Fuentes del ayuntamiento, de quien depende el mantenimiento de la vía, explicaron que calculan que cayeron unas 20 toneladas de rocas, piedras y tierra a unos 3 kilómetros del pueblo. Durante la mañana de ayer limpiaron el acceso y el tránsito quedó restablecido a mediodía. Las mismas fuentes informaron de que en el núcleo viven dos familias, que pudieron circular por pistas forestales para no quedar incomunicados. Desde el consistorio advierten que “el terreno está inestable” y los vecinos piden la ayuda de la Diputación o del consell “para llevar a cabo una intervención urgente” que elimine el peligro de nuevos desprendimientos.
