Dos averías en las líneas de Lleida a Barcelona dejan tirados a 70 viajeros en Puigverd y Calaf

Las enésimas averías en las líneas de tren entre Lleida y Barcelona dejaron tirados ayer hasta dos horas a 73 pasajeros, 50 en Puigverd de Lleida (que viajaban en la línea de Tarragona por Reus) y otros 23 en la estación de Seguers (en la línea de Manresa). El primero de estos convoyes salió a las 13.10 horas de la estación de Lleida y minutos después quedó detenido a aproximadamente 50 metros de la estación de Puigverd. La previsión inicial de la empresa era reparar el convoy en el mismo lugar y poder retomar el viaje. Finalmente decidieron evacuar a los pasajeros, que se desplazaron a pie hasta el andén de la estación, donde esperaron unas dos horas la llegada del autocar que se habilitó para que pudieran llegar a su destino, mientras que se enviaron otros dos a la estación de Montblanc para recoger a un grupo de escolares. A los pasajeros se les ofreció la posibilidad de volver en tren a Lleida a las 14.50 horas. Según fuentes de la empresa, algunos optaron por llamar a sus familiares para que les fueran a recoger. Desde la empresa aseguraron que esta avería en el convoy no afectó a la circulación de más trenes durante la jornada de ayer.

El segundo de los ferrocarriles afectados salió de la capital del Segrià a las 16.07 horas y aproximadamente a las 18.00 horas quedó detenido entre las estaciones de Calaf y Seguers-Sant Pere Sallavinera por una incidencia en las instalaciones de suministro eléctrico. Con la ayuda del interventor de maquinista, los viajeros fueron andando a la segunda de estas estaciones y una hora más tarde se habilitó el servicio en autocar entre Calaf y Manresa. Técnicos de Adif, que se encarga del mantenimiento de las infraestructuras, se desplazaron hasta el lugar para conocer las causas de lo sucedido.

Los técnicos se desplazaron para conocer las causas de la falta de suministro eléctrico en Calaf

Las líneas regionales que unen las comarcas de Lleida con la capital catalana sufren repetidamente incidencias y averías, que obligan a suspender la circulación de los trenes o a ofrecer transporte alternativo por carretera, alternativas que suponen que los pasajeros lleguen incluso con horas de retraso a sus lugares de destino. El pasado 2 de mayo, la R-14 quedó cortada durante tres horas entre Lleida y Montblanc por un robo de cobre y unos cincuenta pasajeros tuvieron que viajar en autocar entre estas dos localidades. A finales de febrero, otra avería mecánica obligó a Renfe a suspender dos trayectos entre L’Hospitalet y la capital del Segrià.