Pescadores se rebelan ante las trece primeras denuncias por no sacrificar carpas y truchas

La Guardia Civil ha interpuesto en Lleida trece denuncias contra pescadores por no sacrificar ejemplares capturados de carpa y trucha arcoiris, a raíz de la sentencia del Tribunal Supremo que las declaró especies invasoras en 2016. Esta declaración impide devolverlos al agua tras pescarlos. Por su parte, el departamento de Agricultura confirmó que tiene abiertos siete expedientes por este motivo. Esta situación ha provocado rechazo entre los pescadores, mientras que la Federación catalana sostiene que estas denuncias carecen de fundamento legal.

La entidad argumenta que la prohibición de devolver estos peces al agua no puede ser efectiva hasta que el Estado los incluya en el catálogo de especies invasoras, algo que no ha hecho desde el fallo del Supremo. Por su parte, el presidente de la Federación, Albert Vidal, considera lícito negarse a sacrificarlos por “objeción de conciencia”. Valoró que no puede hacerse de acuerdo con las normas de protección de fauna y que la administración no ha dispuesto medios para la gestión de los cadáveres. La Federación indicó que no tiene constancia de denuncias a sus afiliados y apuntó que ponen a su disposición un servicio de asesoría jurídica.

Agricultura considera que, a raíz de la sentencia del Supremo, la carpa y la trucha arcoiris “no pueden devolverse vivas al medio natural” y apuntó que está a la espera de un cambio en la ley española de biodiversidad, que abre la puerta a restablecer la pesca sin muerte de estas especies pese a considerarlas invasoras (ver claves).

Las denuncias de la Guardia Civil citan la propia orden de vedas de la Generalitat del pasado mes marzo, que regula la pesca y que señala la carpa y la trucha arcoiris como especies “afectadas por la sentencia del Tribunal Supremo”. Sin embargo, este mismo texto señala que esos peces “tienen la consideración que figure en el reglamento estatal de especies invasoras”, donde todavía no constan ni la carpa ni la trucha arcoiris.

Primeros peces de los criaderos de Llavorsí y EscalóLos primeros 300 ejemplares de trucha autóctona de los centros de alevinaje de Escaló y Llavorsí se liberaron el pasado sábado en el río Noguera de Cardós, en un tramo reservado para la pesca sin muerte. Se trata de peces rescatados del canal de Sossís durante trabajos de mantenimiento el pasado mes de septiembre. Estos centros de cría, propiedad del consell del Pallars Sobirà, tienen como finalidad favorecer la repoblación de los ríos con la especie autóctona del Pirineo, después de que la sentencia del Supremo vetase las repoblaciones con la variedad arco iris, la más utilizada hasta entonces para esta finalidad. Al margen del fallo judicial, favorecer la especie autóctona se considera un medio para incentivar la pesca y atraer turismo vinculado a esta actividad deportiva. En el caso del criadero de Escaló, ha vuelto a funcionar después de que Agricultura abriera un expediente en 2016 para investigar el sacrificio de unos 30.000 alevines, a raíz de una inspección de los agentes rurales que cuestionó que fueran ejemplares autóctonos. La conselleria cerró finalmente el proceso sin imponer sanciones.