SEGRE

MUNICIPIOS VECINOS

El parque jurásico de Corbins

Una escultura de un braquiosaurio de once metros y su cría, en el patio de una casa || El autor ha convertido su jardín un museo de animales de cemento

Antoni Gené, con la pieza que usó para simular la piel rugosa de los dinosaurios en el cemento.

Antoni Gené, con la pieza que usó para simular la piel rugosa de los dinosaurios en el cemento.ÒSCAR MIRÓN

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Una jirafa asoma su largo cuello desde un jardín de la Avinguda de Lleida de Corbins. Es una escultura, rodeada de otros muchos animales moldeados con metal y cemento: un elefante, un caballo, un avestruz, un águila y un cerdo, entre otros. Su autor es un vecino del pueblo, Antoni Gené, agricultor de profesión que ha convertido su casa en un pequeño museo al aire libre donde su obra queda a la vista del público. Sin embargo, la pieza más impresionante está en el patio trasero que da a la calle Pau Casals. Se trata de una reproducción de un braquiosaurio de seis metros de altura, once de longitud y cuatro toneladas de peso con su cría refugiada entre las patas.

Gené trabajó intensamente en el dinosaurio de mayor tamaño entre diciembre de 2002 y enero de 2003, basándose en una figura en miniatura. Nunca antes había hecho una escultura tan grande y no ha vuelto a hacerla desde entonces. “Al principio pensé trabajar en ella en el cobertizo, hasta que me di cuenta de que la cabeza no pasaría por la puerta”, explicó. Diseñó una estructura de varias piezas metálicas que ensambló posteriormente y echó mano de la imaginación para resolver sobre la marcha cada dilema que planteaba su proyecto.

Sus esculturas reproducen la forma de caballos, cerdos, avestruces, jirafas, elefantes y caracoles

Uno de los más peliagudos fue darle un aspecto rugoso a la piel. Tras muchas cavilaciones, se fabricó una hoja de plástico y caucho que presionó contra la superficie del cemento todavía tierno para darle un aspecto irregular. Tiempo después completaría su obra con la cría del braquiosaurio. El resultado de sus esfuerzos atrae desde entonces la curiosidad de los que pasan junto a su casa.

El taller de Gené alberga todo tipo de figuras, muchas de ellas reproducciones de animales de cemento. Llama la atención entre ellas un búho de más de un metro, que esculpió años atrás y se convirtió en su última pieza de grandes dimensiones. Desde entonces ha seguido entregado a su afición, pero ahora la desarrolla a una escala más manejable. Fabrica caracoles que difieren poco de su tamaño real.

Antoni Gené, con la pieza que usó para simular la piel rugosa de los dinosaurios en el cemento.

Antoni Gené, con la pieza que usó para simular la piel rugosa de los dinosaurios en el cemento.ÒSCAR MIRÓN

tracking