El ayuntamiento de Biosca ha iniciado esta semana los trabajos de instalación de una gran malla de acero de casi dos centímetros de grosor para estabilizar las rocas sobre las casas de la población y evitar así posibles desprendimientos. Según el alcalde, Corneli Caubet, la actuación se prolongará durante unos treinta días y pretende dar seguridad el núcleo urbano tanto en lo que refiere a las viviendas como a la calle Caminol, donde también hay diversas granjas a la salida de la localidad.
Se trata de un problema histórico, ya en la década de los años 90 los desprendimientos de rocas
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