Modernización, impedir trasvases y asegurar el relevo generacional, retos del Canal d'Urgell

El Canal d’Urgell aborda una nueva etapa con la elección de presidente el próximo domingo 16. Cuatro candidatos entran en liza en uno de los comicios más concurridos de la historia de la comunidad de regantes. Los cuatro, Ramon Masot, Robert Simó, Amadeu Ros y Josep Maria Padullés, optan por renovar antiguas estructuras de organización y todos ellos están de acuerdo en que es preciso llevar a cabo la modernización del riego a través de nuevos sistemas de presurización por goteo o aspersión. El histórico canal, que lleva agua a más de 70.000 hectáreas desde principios de los años 60 del siglo XIX, está obligado a materializar este reto. En los últimos tres años ha invertido casi 10 millones en obras de mejora y reconstrucción, una cifra que podría reducirse sensiblemente si se aplican nuevos métodos de regadío. Para hacerlo, unos consideran que es la Casa Canal la que debe ponerse al frente uniendo a las 20 colectividades que la integran, que son autónomas en sus decisiones, para presionar a la Administración, o bien que cada una de ellas ponga hilo a la aguja de forma urgente. Por el momento, solo se ha ejecutado en 400 hectáreas en Bell-lloc, una cifra del todo insuficiente. Modernizar es una garantía de relevo generacional, ya que el envejecimiento es una preocupación y un hecho al que hacer frente.

La defensa de la concesión para afrontar posibles trasvases desde Rialb es otro de los ejes sobre los que gira el futuro del canal. El Segarra-Garrigues, con una superficie de otras 70.000 hectáreas, no se ve como una amenaza sino como otro riego con el que convivir. Limitar el tiempo del mandato de la presidencia es otra de las cuestiones necesarias para que el cargo no se prolongue más de lo debido. Que un presidente llegue a estar casi 20 años al frente de la Casa Canal, como ha sido el caso de Ramon Carné, es contraproducente, según los candidatos, y habría que limitarlo a 8 para garantizar la entrada de nuevos aires. Para ello habría que reformar las ordenanzas.

Los aspirantes a la presidencia consideran que debe limitar el tiempo al frente de la comunidad

lleida

El profesor Antoni Palau (Universitat de Lleida) lidera un proyecto para estudiar el impacto del cambio climático en las áreas regables y la respuesta de las zonas de regadío a la evolución de los efectos de la transformación del clima. El estudio de Palau se centra en la evolución de dos de las principales áreas regables de la cuenca del Ebro en los últimos 20 años: el Canal d’Urgell y Riegos del Alto Aragón. Para desarrollarlo, ha contado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad y de la federación de regantes del Ebro.

En un reciente congreso sobre medio ambiente se expusieron las primeras conclusiones del estudio y se avanzó que el regadío contribuye a “fijar y almacenar carbono, a preservar umbrales de biodiversidad y a amplificar algunos de los servicios de los ecosistemas que maneja, por ejemplo, la producción de alimentos”. En la misma línea, estas conclusiones remarcan la notable evolución de la superficie de regadío desde los años 90 y su creciente consumo de energía, atribuible a la modernización del regadío. Este aspecto llevará a plantearse el recurso a las energías renovables para reducir los costes del consumo eléctrico.

De hecho, varias comunidades de regantes en Lleida se han puesto las pilas en esta línea e impulsan proyectos de instalación de placas fotovoltaicas para producir electricidad.

El informe de Palau considera que, una vez probado el cambio climático en esta zona, pueden convertirse en oportunidades algunos de sus efectos como el aprovechamiento del alargamiento de los ciclos de crecimiento de algunos cultivos para incrementar rendimientos; la búsqueda de nuevas variedades de cultivos mejor adaptados y la modernización de los sistemas de regadío para fomentar el ahorro del agua.

También cabría incrementar la valoración de las funciones que aporta a la sociedad la agricultura, como proveedora de alimentos y almacén de dióxido de carbono.