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El ayuntamiento de la Seu tiene ya cerca de un millar de perros censados con su ADN, después de concluir la campaña de extracción gratuita de sangre para obtener el perfil genético de los animales el 31 de diciembre pasado. Es el primer paso para identificar los excrementos en las calles y multar a los propietarios de perros que no los recojan. Los dueños tienen de plazo para identificar el ADN de sus mascotas hasta el 31 de marzo. Más allá de esta fecha, podrán ser sancionados con hasta 300 euros.
