El arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, natural de Guissona, afirmó ayer que los dos párrocos de Lleida y Constantí “han podido tener sus errores y han podido tener sus faltas, pero de ninguna forma son tan graves como para poder decir que tienen que ser secularizados”, aunque más tarde matizó que “deseo aclarar que cualquier actuación de este tipo, impropio de nadie, y aun más de un presbítero, me parece gravísima”. El arzobispo aseguró que los abusos a menores pueden ser consecuencia de que “hay personas que están pasando por un mal momento” en la vida, del que después “quizás se arrepentirán”. “Si una persona está obsesionada con el sexo y lo va buscando es algo, pero hay personas que tienen este mal momento en la vida que los lleva a hacer algo que después quizás se arrepentirán toda la vida”, explicó. En esta línea, subrayó que “los he apoyado hasta este momento y los continúo apoyando”, mientras reflexionó que “a veces pienso: ¿y no hay un mal momento en un sacerdote?”. También opinó que desde el arzobispado han actuado bien con las familias afectadas y, sobre los dos religiosos investigados, aseguró que “para mí, no son unos desgraciados”. Aun así, los casos de pederastia son un hecho “doloroso”, por lo que pidió perdón en nombre de la Iglesia y se puso personalmente a disposición de escuchar a las víctimas.
Más tarde, Pujol matizó las declaraciones en las que consideró que algunos abusos a menores pueden ser consecuencia de “malos momentos” en la vida de los clérigos, mientras apuntaba que no quería “rebajar la importancia de los hechos”. En este sentido, aseguró que “cualquier actuación de este tipo, impropia de cualquiera, y más aún de un párroco, me parece gravísima”.