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La jornada de huelga general acabó con una manifestación multitudinaria en Lleida capital que congregó a 10.000 personas según los Mossos d’Esquadra, mientras que los organizadores elevaron la cifra a 20.000 y la Guardia Urbana la rebajó hasta los 5.400. La marcha arrancó a las seis de la tarde en una plaza de Ricard Viñes abarrotada, para dirigirse hacia Rambla d’Aragó, avenida Catalunya, Blondel y acabar delante de la estatua de Indíbil y Mandoni. Los organizadores recalcaron el carácter reivindicativo “tanto a nivel laboral como nacional” que suponía la jornada y se mostraron satisfechos con el seguimiento de la huelga, señalando que en algunos sectores había llegado “a más del 30% de seguimiento”. Durante el recorrido por las calles de la capital, se corearon los ya clásicos eslóganes como “llibertat presos polítics”, “els carrers seran sempre nostres” o “independència”, a menudo acompañados por los acordes de varios grupos de grallas y tambores, que tocaron canciones como Bella Ciao, La flama o Sóc de l’oest. La manifestación se abrió paso por las principales arterias de la ciudad encabezada por una decena de tractores y precedida por una pancarta que rezaba “Pels drets laborals. Per les llibertats, Contra la repressió”, acompañada de numerosas banderas catalanas, esteladas, lazos amarillos y banderas de la Segunda República. Una vez se llegó a la estatua de Indíbil y Mandoni, el punto final de la marcha, los Castellers de Lleida hicieron una torre humana y se procedió a la lectura del manifiesto. Este criticó que “estamos ante el constante recorte de derechos laborales y civiles por parte del Estado” y advierte de que “estos recortes no frenarán nuestras reivindicaciones laborales y nuestras ansias de libertad”. La marcha acabó pidiendo “el derecho a la autodeterminación, la liberación de los presos y el retorno de los exiliados” y con el Cant dels Segadors. Una vez disuelta la movilización, alrededor de un centenar de personas se dirigieron a la subdelegación del Gobierno, fuertemente vigilada por los Mossos. Pese a que hubo unos momentos de tensión y de lanzamiento de objetos, finalmente no se produjeron cargas policiales y la concentración acabó poco antes de las nueve de la noche.

Por otra parte por la mañana también se celebraron manifestaciones en las principales capitales de comarca como Tàrrega, Balaguer, Tremp, Sort, El Pont de Suert, Mollerussa, Cervera y La Seu d’Urgell. Una de las más multitudinarias fue la de Tàrrega donde más de 2.000 personas marcharon por el centro de la capital para reivindicar la libertad y la absolución de los presos independentistas, así como una mejora de las condiciones laborales. En Mollerussa más de 500 personas marcharon por la N-II hasta la plaza de l’Ajuntament, donde se leyeron manifiestos, y otras 200 personas participaron en La Seu en la manifestación que concluyó con el corte de la N-260 a su paso por la capital del Alt Urgell. En Balaguer, los manifestantes recorrieron el Passeig de l’Estació hasta la Plaça Mercadal donde se escucharon consignas a favor de la libertad de los políticos y lemas por una salario digno. En Cervera también se concentraron unas 200 personas bajo el lema “L’Autodeterminació no és delicte”. Por la tarde las manifestaciones se repitieron en El Pont de Suert y Sort.

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