El gran polígono de Bell-lloc no acogerá más firmas hasta tener asegurada agua potable

El gran polígono industrial Vinyes del Mig de Bell-lloc no podrá acoger nuevas empresas hasta asegurarse un suministro propio de agua potable. Las nueve empresas que hasta ahora han adquirido terrenos en él pueden abastecerse de la potabilizadora municipal, pero esta planta ha alcanzado ya el límite de su capacidad. Así lo explicó el ayuntamiento, que indicó que no otorgará más licencias para naves en este polígono hasta que el promotor, el Institut Català del Sòl (Incasòl), lo dote de una balsa para almacenar caudal del Canal d’Urgell y de una potabilizadora propia.

Estas instalaciones figuraban en el proyecto inicial de Vinyes del Mig, pero la empresa pública de la Generalitat no las construyó. Quedaron en suspenso con el estallido de la crisis a finales de la década pasada, que propició que el polígono pasase años vacío. Para revertir esta situación, el Incasòl y el ayuntamiento firmaron un convenio para abastecerlo de forma temporal con agua procedente de la potabilizadora municipal. Esto hizo posible la llegada de las primeras empresas en 2015.

El alcalde, Carles Palau, explicó que suministrar agua a nuevas empresas más allá de las ya autorizadas significaría poner en riesgo el abastecimiento a los vecinos. Puntualizó que la decisión de no dar más licencias no paraliza ningún proyecto en curso: el consistorio no tiene sobre la mesa solicitudes de permisos para obras en el polígono. Las últimas se concedieron a Payper y una empresa de transportes, ambas en proceso de implantación y que podrán abastecerse de la depuradora municipal. En cuanto al Incasòl, ha iniciado la tramitación ambiental de la balsa, con capacidad para 23.000 metros cúbicos. En su portal de venta de suelo en internet, solo figuran 3 parcelas que suman 18.600 metros cuadrados en este polígono.